3 de Abril de 1998
EL VALOR DEL
“APELLIDO”
Por : Fernando Llama Alatorre Torreón Coah. Mexico pag web: www.internetual.com.mx/llama
Desde la antigüedad al momento de nacer un niño , se le asignaba un nombre propio con el cual reconocerlo y diferenciarlo de los demás , como para el caso pudiera ser “Juan” , pero pasaban los años y mas niños nacían , y por mas que inventaban nombres nuevos , los nombres empezaban a repetirse , por lo que la diferenciación empezó a hacerse por aquello de... “Juan el hijo de Pedro”. Con el paso de los años , la representación de... “Quien era tu padre ” , fue cada vez mas importante , pues de el obtenías la fama de su honradez , su valor ó su honestidad , y así “tu” , a quien solo conocían por el simple nombre de “Juan” , adquirías cierto barniz de “honorabilidad” cuando colocabas al lado de tu nombre el honroso apellido...de tu padre. Y fue así miles de años después , como un buen día me di cuenta de que yo no solo era “Fernando” como me decían mis amigos en la escuela sino también “Llama” , y me di cuanta de ello cuando siendo aun adolescente , las personas mayores empezaron a observarme con detenimiento tratando de ver si junto con el “apellido de mi padre” pudiera haber heredado también su honestidad , su honorabilidad , su infatigable gusto por el trabajo y su inquebrantable honradez , bueno.....sin dejar fuera algunas otras “características propias” (pecadillos veniales) que como siempre sucede “también vienen con el paquete” , y que no voy a mencionarlas aquí , pues como diría mi vaquero Raúl allá en el rancho .....¡¡ Me “mocho” el pescuezo yo mismo !! En mis años de mi juventud , de muchos aprietos me sacó el que me reconocieran como “hijo de Don Fernando” ....y en no pocas ocasiones en que se puso en tela de juicio si a mis 13 años era yo un “pingo” ó no , , el hecho de externar “mi apellido” fue suficiente para que al menos por el momento, me otorgaran... “el beneficio de la duda” ..... aunque... acá entre nos.....yo fui quien quebró aquel enorme cristal de doña Chonita la vecina , no sin antes haberle metido a mi hermano Alejandro un “soberbio golazo” , que pasó rozando el árbol , allí por donde “las arañas hacen su nido” ..... pero con un poco de... “eso del apellido”.... y otro poco de.... “mi joven cara de mústio” , logre salir de esa bronca.... bien librado Fue desde aquellos tiempos en que me di cuenta de que de alguna forma el apellido lo tenía “prestado” , que no era solo propiedad privada mía , sino una parte importante de algo que otros hermanos y parientes míos también llevarían , y aunque era obvio que toda la vida lo llevaría “pegado a mi nombre” , debía de tener buen cuidado de mantenerlo “limpio y pulido”. Y a mi mente viene el recuerdo de la serie de TV... “Paloma Solitaria” , que situándonos en el viejo Oeste del siglo pasado , nos narra el momento en que el jefe del clan “Colt” reconoce por fin la paternidad de su hijo de 18 años y al hacerlo le dice :...Hasta hoy fuiste solo “Niut” , y de aquí en adelante, serás Niut “Colt” , y hasta donde yo se , el “Colt” jamas ha recibido “mancha alguna” . Eso me corrobora que en la antigüedad el dar su apellido a alguien, era algo muy importante y se cuidaban de que fuera un apellido “libre de toda mancha” , de allí los “duelos” para lavar el honor de un apellido . Y así pasaron los años ....y un buen día en que llegue a España por motivos de estudio , me puse a investigar la “Heráldica” de mi apellido , ya que de mi pasado tan solo sabía que mi abuelo fue Don Segundo Llama Negrete oriundo del Valle de “Guriezo” en el bello Santander , y que a finales del siglo pasado había arribado en barco al puerto de Veracruz , desde donde se traslado a San Pedro Coahuila , donde casó con Doña Amalia Hickman una bella señorita hija de inmigrantes Ingleses .(De la mezcla de sangres... sale el genio) Pero volviendo un poco al pasado del mundo...Cuando las ciudades se llenaron de “nombres propios” , hubo que empezar a diferenciarlos a según de quienes eran sus padres, y así nació aquello de...”Oscar el hijo de Gonzalo” , y de allí pasaron a.....Ese muchacho es de los “Gonzalos”......frase que mas tarde derivo en......Ese muchacho es de la casa de los “González” , y así un buen día el interfecto ya no solo se llamo “Oscar” , sino.....¡¡Oscar González !! Imagino que desde ese momento todos y cada uno de nosotros adquirimos la obligación de sacarle brillo a las letras de nuestros diferentes apelllidos , y espero que lo hayamos venido haciendo desde tiempo atrás , en agradecimiento a nuestros padres y abuelos , y en beneficio futuro de nuestros hijos , nietos, bisnietos y “choznos”. Ahora bien , ha habido casos en la historia en que un apellido es “manchado” por alguna afrenta , y no pocos han sido los casos en que el heredero del apellido lo “lava” ya sea dando muestras de su valor , ó de una intachable honestidad , por lo que deducimos que el apellido no solo se puede heredar limpio y honrado , sino que también en nuestras manos está el , mantenerlo.....con buena fama . Mi hijo Fernando de 16 años , es la tercera generación de Fernando Llama aquí en México desde que mi “gachuso” abuelo Segundo piso tierras Veracruzanas hace casi “un siglo” y en el estará el llevarlo y mantenerlo con dignidad. Pero lo que
es una realidad es que al menos en “primera instancia” todos estamos
pendientes del apellido de las personas , y a la hora de que las hijas
empiezan a darse cuenta de que niño y niña no son la misma
cosa , nosotros padres celosos y protectores lo primero que preguntamos
es....¿ Como se apellida ese jijo de...?...¡perdón¡.....quise
decir.....
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