29 de Nov
1998
Por : Fernando Llama Alatorre Torreón Coah. Mexico pag web: www.internetual.com.mx/llama A principios de este siglo XX , fue creciente el numero de Españoles que vinieron a radicar a nuestra querida Laguna , entre ellos mi abuelo Don Segundo Llama Negrete quien abandonó “Guriezo” , un pequeño pueblito de “Santander” , para vivir hasta su muerte en San Pedro de las Colonias Coahuila. En aquel entonces , el excesivo trabajo de las duras labores del campo , hizo que los primeros españoles necesitaran cada vez con mas frecuencia de ayuda medica, aunque muchos de ellos no contaban entonces con dinero para pagarla. En 1906 Don Eduardo Villalobos hombre de extraordinaria sensibilidad nacido en “Chinchón” España , al ver las necesidades medicas de sus “paisanos” y sus pobres recursos económicos , habilitó 2 de las habitaciones de su casa y las convirtió en “hospital” y en esos cuartos recogió a todos los Españoles que se encontraban enfermos y sin recursos, atendiéndolos personalmente , ayudado por su abnegada familia. Su ejemplo fue secundado rápidamente por otros Españoles, y juntos decidieron formar la “Beneficencia Española de Torreón” . Su primer local fue acondicionado en el numero 708 al Oriente de la Avenida Juárez , donde los enfermos eran atendido por 12 monjas de la orden de las Josefinas; estando conformado el cuerpo medico por los Dres: Lope Nuño , Gómez , y Fischer , quedando como primer presidente de la sociedad Don Joaquín Serrano y como Vicepresidente el mismo Don Eduardo Villalobos. Un año mas tarde en 1908 fue preciso ampliarse y se trasladaron a la “quinta” de don Adolfo Rodríguez situada entonces en la calle de Gracia Carrillo entre Aldama y Corregidora teniendo para entonces la “enorme” capacidad de atender a 15 enfermos y teniendo además una sala “extra” para enfermos contagiosos. Al poco tiempo hubo la necesidad de ampliarse y se cambiaron a la calle de Guadalupe Victoria 119. Las luchas revolucionarias crearon situaciones difíciles para los hispanos y con la entrada a Torreón del General Francisco Villa , muchos tuvieron que abandonar la Laguna (entre ellos mi abuelo Segundo). En los años siguientes la Beneficencia Española quedó exclusivamente al cuidado y vigilancia de las religiosas Josefinas. Terminada la primera etapa revolucionaria los Españoles decidieron modificar las instalaciones del Sanatorio , y con la ayuda de todos , lo dotaron del equipo científico mas moderno. Cuatro meses mas tarde en Abril de 1914 estalla de nuevo la revolución, y Villa decreta la expulsión de todos los Españoles de la región lagunera. A finales de 1914 comienzan a regresar a Torreón la mayor parte de los Españoles que habían marchado, por lo que las necesidades medicas aumentaron , y fue entonces que deciden por primera vez instalar al Sanatorio en un local “propio” . Fue así que en 1918 Don Paulino Madrazo en representación de la Beneficencia Española adquiría un terreno ubicado en la calle Victoria #4 Sur , iniciándose en el acto las obras , que al poco tiempo culminaban con la inauguración de un moderno edificio equipado con rayos X , quirófano y toda clase de adelantos médicos y arquitectónicos. La realización de esta obra fue debida a la incansable labor y sacrificio de grandes españoles dignos de mención , destacándose entre ellos : Don José Larrea , Don Jesús Fernández Calvete, Don Manuel Menéndez Blanco, Don Faustino Gómez Galnares, Don Eduardo Rivas Allende, Don José Fernández Madrazo , Don Angel Fernández y Fernández , Don Fernando Rodríguez Rincón , Don Leopoldo Solares Díaz , Don Raymundo Portilla y Cofiño , Don José Galnares Rojo, Don José G. Rendueles , Don Abilio Hoyos , Don José Cueto , y Don Francisco Días.....de seguro que hubo mas benefactores, lo cierto es que no quedó un solo español en la laguna si haber aportado su granito de arena. Al poco tiempo se expandió aun mas el “Sanatorio” con donaciones “extras” como el pabellón de Medicina General que donó Don Leandro Urrutia en 1925 . El pabellón de Cirugía donado en 1923 por Don Adolfo Prieto y la Compañía Agrícola de Lequeito . El pabellón de Servicios donado por Don Rafael Arozena en 1927 . La sala de operaciones anexa al pabellón de cirugía que regalaron en 1928 Don Serapio Rendón, Don Cayetano Arozena y Don Antonio Cofiño , y los pabellones de Maternidad y de Observación construidos por la propia Beneficencia. En 1957 la Beneficencia Española de Torreón tenia 1300 socios y 40 camas , y el cuerpo medico lo conformaban los Dres Emilio Murra Talamas, Antonio M. Iturria, Roberto Morales Orive , Ramiro García , Jorge Siller Vargas , Jorge Estrada Berg , y Oliverio Lozano Rocha. Los presidentes
de la Beneficencia Española de la Laguna de 1921 a 1954 fueron:
Paralelo a estos hechos , el 6 de Noviembre de 1950 se constituye en Torreón el “Centro Español de la Laguna” conformado por 228 socios propietarios , 47 contribuyentes y 6 honorarios, entre cuyos miembros fundadores estaban : Don Rogelio Braña ,Don Cosme Sordo, Don Eduardo Rivas , Don Ramón Iriarte , Don José Diéguez Vázquez, Don Jesús Fernández , Don Aniceto Aguirre , Don Pedro Valdés , Don Francisco Suarez , Don David Pérez , Don Vicente Camino , Don Manuel Sánchez , Don Faustino Gómez , Don Raymundo Portilla , Don Teófilo Hoyos , Don Fructuoso Arias , Don Amador Galán ,Don Manuel Menéndez , Don Arturo Menéndez , y Don Isaac Villanueva. Como dato complementario
merece mencionarse aquí la “quincuagésima primera”
cláusula de la escritura social de esta nueva Sociedad,
que denotaba los fines generosos y desinteresados de sus miembros , y que
versaba así:
Como ya imaginaran, hurgando entre los amarillentos libros de mi abuelo Segundo , me tope con esta historia que finaliza en 1957 . Espero no haberlos aburrido con una historia que menciona no solo los nombres de “Hombres” distinguidos de nuestra sociedad , sino que la misma los recuerda como “muy hombres” , y hubiera pecado de falta de delicadeza , si al hablar de la historia del Sanatorio Español , no mencionara con nombre y apellido a todos aquellos que no solo engrandecieron con su esfuerzo nuestra hoy prospera Comarca Lagunera, sino que en el intento por engrandecer nuestra tierra, dejaron en el surco.... su propia vida.
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