22 de Abril 2001

   CUANDO  LA  CIUDAD...
  ATROFIA  LOS  SENTIDOS

 

Por : Fernando Llama Alatorre

Torreón Coah. Mexico

pag web: www.internetual.com.mx/llama

 

Bueno...tal parece que hay que dejar de vez en cuando la ciudad para que nuestro cerebro se “recetee” (Recetear : Anglicismo vulgo-cibernético que pudiéramos traducirlo en “re-ordenar” todas las carpetas  e  ideas del cerebro.

Yo como imaginará...En la primera hora de vacaciones del jueves santo, junté a mi familia  y tomé carretera con “rumbo norte”  , pero no crea que me seguí  “Allende el bravo” (Allende: “mas allá de”) pues apenas llegar a Cuatrociénegas tome camino de terracería y me metí 20 Km. dentro de la sierra, llegando a un hermoso lugar que para algunos podrá ser un peladero desértico , pero para mi  es mi  “Psicólogo de cabecera” , a mas de que su visita periódica,  evita que  me vuelva  loco dentro de esta ruidosa y conflictiva  ciudad.

Llegue de noche... y apenas bajarme , me serví un tequila,  y coloqué mi mecedora  justo “en medio del monte”  y allí me quedé  extasiado viendo  ese hermosísimo  cielo cubierto por  millones estrellas , muchas mas de las que se pueden observar aquí en Torreón entre los humos y las luces cegadoras . Ver aquella inmensidad llena de millones de planetas mil veces mas grandes que el nuestro, es sin lugar a dudas...”ver a Dios” , y quizás sea por esto que cuanto mas voy al rancho ,  me vuelvo cada vez .... mas místico. 

Al día siguiente y luego de 15 intentos fallidos , decidí que ese sería el día definitivo en que montaría  a un hermoso y alto caballo “rocío” –medio bruto- que hacia años que no se montaba y  al que le pusimos “el martillo” , así que aprovechando que mi amigo  y buen  jinete Mario Pacheco  estaba de visita conmigo en el Espejo , le dimos un poco de rienda  y luego de que Mario lo montó primero , yo decidí subirle mis kilitos esperando que el brioso corcel no los lanzara como catapulta por los aires , y no...¡¡no los lanzó!! , al parecer recordó sus tiempos de cuando era dócil  y  sus protestas no pasaron de un par de brincoteos y rechazos de rienda , luego de una hora de sudarlo y  correrlo  en círculos  a un lado y otro , nos dijo con su actitud que a partir de ese día volvería a ser...mi amigo.

Antes de salir de Torreón  meditaba la posibilidad de darme nuevamente una endrogada y cambiar mi camioneta , total si todos traen pick up nueva...¿porque yo no?..me dije . Realmente no necesito camioneta nueva ,   pues la mía  funciona de maravilla , pero viviendo en esta ciudad de pronto te dejas influenciar por esa ola de “consumismo” que nos lleva a todos montados a la grupa , y que ya para cuando te das cuenta , ya firmaste compromisos ineludibles por 18 meses . Y vaya que crees que el gasto fue  justificado , pues estas convencido de que eras el único de todo Torreón que no había cambiado su pick up  por una 2001.

De pronto te vas al rancho y tu vieja camioneta 93 es la reina del vecindario , por allí pasa una 87 a la que no le duele nada , una 80 de 8 birlos que trae 2  vacas a cuestas y camina ligerita  por el monte como  si trajera  2 chivas , y por si fuera poco , cuando mi “popis” 93 se quedó atorada en un arrollo cascajudo , fue mi amigo Saúl Gutiérrez  -que también nos acompañó- , quien  me sacó  del atascadero con su potente camioneta de doble tracción  de la que no  recuerdo el modelo – creo que se la dio de cumpleaños  su bisabuelo a su abuelo-  , y aunque su motor es una maravilla , -con todo respeto-  viendo su aspecto exterior Ud. juraría  que fue el mismo Henry Ford quien la hizo...pero... “a mano”. 

Allá lejos del consumismo y las imitaciones tontas a las que nos obliga la sociedad , me di cuenta de que mi 93 esta bruta y que aun puede llevarme a donde yo quiera  por unos 5 años mas ,  cuanto que si  la cambio y me endrogo...a donde me va a llevar la nueva camioneta es..”al manicomio”  por aumentar la  presión  que ya de por si traemos de diario.

Ya de vuelta ,  pasé por  Cuatro Ciénegas  y  te sorprende ver que la gente de los pueblos  vive feliz con veinte veces menos cosas de las que nosotros tenemos aquí en la ciudad . Allí no extrañan un micro-ondas , pues la estufa de leña calienta muy bien . La camioneta es del modelo del año “del caldo” , pero los lleva muy bien a donde quieren ir .  La ley en el pueblo es primero que nada. ..ser feliz , vivir sin presiones  y  comer sabroso,  y  ya luego...allá muy “luego”... quizá poseer  “solo alguna” de las tantas estupideces que para nosotros son imprescindibles   para poder ser felices , para mantener un “estatus” social ,  para que la gente piense que nos “va muy bien” (aunque tengamos empeñado hasta el cuarto apellido) , y que mis vecinos de la colonia  presupongan que somos “muy prósperos” , aunque  por las noches estemos al punto de darnos un balazo de la presión que llevamos dentro.

Y por si  aun necesitara corroborar mis ideas , llegando a Torreón me visitó un gachupín de nombre Juanjo ,  al que conocí en uno de mis viajes a Santander , cuando aun estudiaba en la madre Patria. Juanjo, a la usanza antigua y castiza vino de España  solo a “saludar a los  amigos y parientes ” . Y así viajó al paso Texas para ver a una prima lejana que estaba enferma y luego a Torreón para ver a sus  viejos amigos .  Juanjo nació en un hotel de Gómez Palacio que antes se llamó América y ahora “Monarrez” , y que al parecer hace mil años era de su familia...bueno..lo importante de esto no es tanto el viaje de Juanjo , como  saber que tiene 89 años, y con las limitaciones propias de la edad y mucho animo , viaja y vive su vida como si aun le quedaran 50 por vivir.

Cuando le dije que me platicara acerca de mi “gachupina” Tía Lupita – soltera y  prima hermana de mi padre- que vive en su natal Guriezo en la provincia de Santander me dijo con el típico acento español : ¡¡Hombre!!...que va...pues lupita esta feliz disfrutando de su jubilación, a lo que yo repliqué....¿disfrutando ó sufriendo?....¡¡No hombre!!..!!disfrutando!!...que ya trabajó 60 años como maestra y ahora recibe 150 000 “pelas” (pesetas) al mes (7500 pesos) y vive muy bien . ¡¡Bueeeeeeeeno!!....con los achaques propios de sus 86 años pero va todos los días al mercado, visita a los amigos del pueblo , cuida a tu tío Pepe que ya tiene 89 años...en fin...¡¡que la tía disfruta la vida!!. 

Mientras lo oía , yo pensaba para mis adentros....Este tipo no tiene coche pero viajo 10 000 Km. para ver a los amigos , no tiene nuestra  “supuesta” seguridad económica  pero descorcha una botella de tinto todos los días .  Mientras nosotros  que nos sentimos “los prósperos citadinos”  , la pensamo$ para ir a Mazatlán , y de lo del vino , lo bebemos..¡¡Si!!..pero solo en navidades....¿Qué  es lo que esta pasando?..¿Quién es el rico y quien es el pobre?

El caso es que Juanjo , mis tíos gachupines , y la sabia gente de los pueblos , son  inmensamente felices  con lo que tienen , mientras que nosotros los citadinos  si poseyéramos “solo” lo que ellos tienen ,  viviríamos en la mas completa desdicha.

Y aquí me pregunto... Porque diablos los hombres y mujeres de las ciudades necesitamos de “tanto” para ser felices , porque es necesario salir a los pueblos para darte cuenta de que la gente que tiene “poco” vive mas feliz , y valora en mucho el hecho de “vivir tranquilo” ,  y disfrutan el hecho , no de dormir a pierna suelta, sino....  “a conciencia tranquila”.
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