8  de Enero de  2019

 

 

DON RAMÓN CANTÚ....
 

Y la extracción de la CERA DE CANDELILLA en el Coahuila de 1935



HISTORIAS QUE NO ESTÁN EN LA HISTORIA

 


Por Fernando Llama



LAS HISTORIAS MAS VERACES SON LAS QUE SE VAN PASANDO DE BOCA EN BOCA , DE PADRES A HIJOS , DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN , Y A ESO SOLEMOS LLAMARLE .."TRADICIÓN ORAL"



Dice una frase célebre que LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS VENCEDORES y tiene toda la razón , "que no la fidelidad" , ya que quien vence al adversario , exalta sus propias virtudes bélicas y sus motivos torales para haber iniciado la lucha , mientras que del bando vencido , oculta en lo posible sus méritos , y si estuviera en la mano del escribano , tergiversa o matiza a su favor los motivos que tuvo su adversario para iniciar el conflicto. 



Así pues, decir que la Historia es algo verídico al 100% , es tan cierto , como ciertos son esos evangelios en donde nos narran los textos y las platicas de los unos y los otros vertidas hace 2000 años , como si los hubieran filmado y grabado , cuando la verdad es que nadie estuvo presente para dar fe de ello.



Cuando te pones a leer pasajes de la historia y pasajes de la biblia , es cuando te das cuenta de la imaginación del escribano , que adereza sus textos con una cantidad interminable de “diálogos” que difícilmente pudo alguien anotarlos para luego entregarlos al amante de la historia. 



Acuérdese de aquella famosa repartición de los panes y los peces, en donde hay más diálogos que en una plática de café , sin saber a ciencia cierta quién los estaba anotando para…la historia



De igual forma cuando conoces la historia de un personaje como pudiera ser Venustiano Carranza – nativo de Cuatro Ciénegas Coah - , y luego vives y convives con la gente del campo durante 40 años , te das cuenta de que existen centenares de historias acerca de él , que no están en la historia , y cierto es , que no tienen porqué estarlo , pero son sin lugar a dudas la pimienta y la sal , del devenir diario de un pueblo, o de un personaje.



En este espacio que hoy me prestan quiza en forma temporal , tratare de ir platicandoles algunas de esas Historias que muy probablemente sucedieron , y que fueron contadas de padres a hijos con pelos y señales , porque eran lo único que se hacía en los ranchos y los pueblos , una vez que la luz del sol de había ido y las familias se juntaban a platicar historias frente a la lúgubre luz de una vela , así que no hay duda de que a fuerza de repetirlas y contarlas , estas llegaron hasta nuestros días , más claras aun que si las hubieran grabado en cinta magnetofónica. 



Iniciemos hoy con LA VIDA DE DON RAMÓN CANTÚ , y junto , - porque no hay forma de separarla- con la historia de la famosa CERA DE CANDELILLA ,



...... extraída de un arbusto del mismo nombre , que crece generosamente en todo nuestro desierto Coahuilense y que sirve para innumerables usos, desde protector de frutas como la manzana – a la que da brillo- , cosmetología , aislante de cables eléctricos , lubricantes , adhesivos , protectores de la piel , goma de mascar y hasta en asuntos militares , cuando fue usada en la 2º guerra mundial para engrasar las armas , y recubrir las balas para que estas no se atoraran en los rifles .



Así pues , cuenta la tradición Oral de Cuatro Ciénegas que:



…….Hace ya muchos años , allá por el año de 1935 un “gringo” que tenía una idea clara de la importancia de Candelilla que poblaba nuestro desierto empezó a explotar la planta para a base de ácido Sulfúrico extraer de ella su preciada CERA . Al poco tiempo Don Ramón Cantú oriundo de Cuatro Ciénegas viendo el futuro del producto , se asocio con él.



Tras unos años de trabajo el precio de la cera cayó , y continuar con el negocio se hizo incosteable , así que el gringo decidió marcharse y le vendió todos los implementos a Don Ramón , quien entusiasta como gente de campo que era , estaba seguro que el precio de la cera de candelilla terminaría por mejorar……algún día. 



Disuelta la sociedad , Don Ramón siguió explotando “la cera” , pero no solo con un campamento de recolección y producción , sino con decenas y decenas de campamentos , donde ocupaba a cientos de trabajadores , quienes consientes de la mala temporada económica que se abatía en el país , aceptaban de Don Ramón recibir su pago en “alimentos” para sus familias – tiendas de raya- . 



Para poder hacer eso , Don Ramón acudió en Cuatro Ciénegas a la tienda de Don Indalecio González y tras convencerlo de que tarde que temprano las cosas cambiarían , acordaron que Indalecio les estaría surtiendo “permanentemente” la comida y los insumos para “todos” sus trabajadores mientras que Don Ramón le garantizaría el pago con toneladas de cera que almacenarían en una gran bodega para de allí cobrarse luego cuando los tiempos cambiaran y la CERA se pudiera vender. 



Sin embargo, el tiempo pasaba , y al correr de un par de años Don Ramón y sus trabajadores ya se habían comido toda la tienda y el capital de Don Indalecio, sin que a nadie en México le interesara comprar la multicitada “Cera ” . 



Entonces Don Ramón empezó a ofrecerla en los Estados Unidos , y fue ahí que una compañía de Chicago se interesó por ella , pero acostumbrada a comprar de a 2 ó de a 3 toneladas , dudó mucho que Don Ramón pudiera poseer las 1000 – mil- toneladas que le ofrecía . 



Y fue por ello que la compañía de Chicago mando un técnico para hacer la verificación , y este quedó impresionado al ver que “todas las bodegas del pueblo” estaban repletas de cera . 



Estando la segunda guerra mundial en ciernes , imagino que la compañía sabía de los usos bélicos de la cera para recubrir las balas y lubricar las armas , así que ofreció comprar las 1000 toneladas a 5 pesos el kilo, quedando Don Ramón impresionado por el ofrecimiento , ya que a lo más que aspiraba él , era a venderla – y venderla bien- en tan solo .50 centavos el kilo. 



Con la venta de las 1000 toneladas de cera Don Ramón pagó a Don Indalecio y pasó a ser la persona más rica de Cuatro Ciénegas. Al poco tiempo estalló la 2ª guerra mundial y las necesidades de cera para “recubrimientos balísticos” fueron infinitas, por lo que Don Ramón empezó a comprar tierras y mas tierras en donde explotar la “candelilla” , sabedor de que con el nuevo precio de la cera , los terrenos se pagaban … con solo un mes de trabajo en ellos.



En aquel entonces los terrenos entre Cuatro Ciénegas y San Pedro , y Cuatro Ciénegas y la frontera con Estados Unidos estaban prácticamente inhóspitos y sin caminos , y al gobierno le interesaba mucho que “alguien” se adentrara en aquellas planicies desérticas para hacerlas más “civilizadas” -diría yo- , y por ello cuentan que el gobierno le llego a ofrecer a Don Ramón a 5 centavos por hectárea con tal de que se metiera en ellas, les hiciera caminos , ranchos , haciendas …en fin , que las dejara habitables para que las transitaran otras gentes ….y las poblaran



De esta forma Don Ramón Cantú llegó a ser el mayor latifundista de México (publicado por la revista LIFE de aquel tiempo ) al llegar a poseer más de 2 000 000 (dos millones ) de hectáreas de terreno , 200 campos candelilleros y más de 1000 hombres trabajando para él …híjole….escribiendo esto , se me figura que estoy hablando sobre el Marques de San Miguel de Aguayo y Santa Olalla – toda proporción guardada- 



Cuenta la gente que antes de morir Don Ramón , sus propiedades colindaban al Sur hasta cerca de San Pedro de las Colonias Coahuila , y por el Norte abarcaban hasta los limites con el rio bravo . 



Respecto al pago de la cera “exportada” a los Estados Unidos existen dos versiones : La práctica , y seguramente la más obvia: * Que le depositaban en dólares en una cuenta millonaria allá mismo en USA , y la otra versión mas romántica es : 



Que periódicamente llegaba a su casa del pueblo un carretón de mulas con 2 Baúles llenos de “Centenarios de Oro” . 



A tono personal yo diría que las 2 versiones tienen su parte de ciertas , pues hay historias - del pueblo- , que nos hablan de que en una ocasión llego solo un baúl de oro al pueblo , pues el carretón había sido asaltado y los ladrones no pudieron llevarse los dos baúles – ya se los contare- . Además , si todo se lo dejaban allá en dólares…como podía acá tener “efectivo” para la “raya” semanal y los prestamos de los más de 1000 hombres que tenia de planta.



Sin embargo , no todo fue felicidad en la vida de Don Ramón , pues una tragedia enlutó a su familia justo en la cúspide de su crecimiento económico , cuando en una de las visitas a sus centros candelilleros su hijo de 2 años Héctor Ramón murió al caer en una “paila” de cera hirviente. 



El poder que llegó a tener Don Ramón sobre la cera de candelilla , le hizo negociar “vedas” con el gobierno , con el fin de que la candelilla se “recuperara” , aunque dicen que para cuando se iniciaba “la veda” , Don Ramón ya tenía 500 toneladas almacenadas. 



Un buen día Don Ramón supo que estaba en venta el rancho “Las Animas” propiedad de Don Venustiano Carranza, quien le había construido al mismo una gran “presa” para almacenar agua en una región del desierto donde el agua “era oro molido ”, así que se traslado a Veracruz a donde vivía la hija de Venustiano - actual propietaria del rancho- y sin muchos preámbulos se lo compró ....



..... y de paso le compró los invaluables muebles de caoba “labrada” del “recibidor” que fueran en su tiempo de la oficina privada de Don Venustiano Carranza mientras estaba en el gobierno , mismos que hoy día lucen en la entrada de la casa de “Doña Magüe” , quien fuera su viuda por muchos años - a las afueras de Cuatro Ciénegas- y que le sobrevivió hasta los 90 y tantos años en que murió ahí mismo en el pueblo. 



La primera bombilla de luz que se prendió en Cuatro Ciénegas , fue por corriente prestada de la planta de luz de Don Ramón Cantú. Y si la “Quinta Margarita” – antigua casa de Don Ramón- es imponente hoy día con su enorme mansión de 2 pisos, ubicada al centro de muchas hectáreas de terreno , imagínense lo que debió ser en 1950 con un camino de entrada de más de 100 metros iluminado por las noches con arbotantes…. de “aceite” , y todas las recamaras iluminadas , con aceite o gas. 



Don Ramón murió a los 54 años víctima de una hepatitis mal curada y como siempre ocurre: muerto el rey , y mermado su poder al poco tiempo el gobierno en turno se fue como lobo contra sus “extensas propiedades” – Si , aquellas a las que años antes le urgía que entrara la civilización - imagino que ahora bajo la acusación de “latifundio” , dejándole a “Doña Magüe” tal vez el 2 ó el 3% del terreno que llegaron a tener, - vaya Ud. a saber- y eso era……uuuf….imagínese.



Si Ud. pasa hoy día por Cuatro Ciénegas , apenas brincar las vías del tren los panteones están a su derecha y la tumba de Don Ramón Cantú se puede observar claramente desde la carretera …como?...tiene casi 6 metros de alto , una capilla interior y está totalmente cubierta con “mármol de Carrara" , traído ex profeso – en aquella época- …desde Italia , por un ingeniero de Monterrey que se encargo de construirla . Obvio que el panteón “San Ramón” se hizo ex profeso para el … y sus familiares.



Luego , y si nos prestan espacio , seguiremos con más de: HISTORIAS QUE NO ESTÁN EN LA HISTORIA . Por haber sido pasadas de boca en boca , de padres a hijos y de generación en generación por …. TRADICIÓN ORAL