5 de Octubre 2005
Los hermanos Lasallistas "mayores"
y " EL ALA DE LA SABIDURÍA"
Carta para el hermano Lorenzo González Kipper
Secretario General de los hermanos Lasallistas
Roma . Italia
Por : Fernando Llama Alatorre
Torreón Coah. Mexico
pag web: www.internetual.com.mx/llama
Estimado Hermano Lorenzo:
Le dirijo esta carta esperando sinceramente que con las bondades del Internet, pudiera su contenido llegar a todos los colegios Lasallistas del mundo, para que sepan del sentimiento de lo que piensa un ex-alumno Lasallista común y corriente.
Como Ud bien lo sabe , soy uno mas de los miles de ex-alumnos , que egresados de las escuelas Lasallistas , se siente agradecido por lo que recibió durante su etapa escolar , y por ello guarda un gran cariño hacia sus maestros, en espacial hacia los “hermanos Lasallistas” que en un momento determinado de su vida, le entregaron todo su tiempo , su afecto , su intelecto , y sobre todo -y hay que decirlo- …”toda su paciencia”
Pues bien , hace unos días cayó en mi mano la revista LA SALLE -del mes de septiembre del 2005- , y en ella venía un articulo del hermano Enrique Vargas Espinosa, parte de cuyo texto quisiera transcribirle ya que realmente me impactó. . Mientras leía el articulo mi corazón se oprimía , pues en el externaba su preocupación por lo que se debía de hacer con los hermanos viejitos , a los que el autor llamaba… “hermanos mayores”.
Del texto, 5 fragmentos llamaron mi atención, y merecieron el que hoy le mandara a usted esta carta con el animo - quizá utópico- de que fuera traducida y leída por todos los hermanos Lasallistas del mundo.
1°- En algunos distritos Lasallistas la decisión de los hermanos mayores…. “no cuenta”
2°- Su experiencia podría aportarnos elementos valiosos al tomar decisiones
3°- Los distritos deben de preocuparse por mentalizar a los hermanos que se van a jubilar
para afrontar esta nueva etapa de su vida
4°- Dar actividad a estos “hermanos mayores” en los colegios , aunque ya no sea en
asuntos académicos
5° Y este quinto fragmento si que entristeció mi corazón :
Buscar quien acompañe y anime física y psicológicamente a estos “hermanos mayores”
pudiendo ser otro hermano jubilado -pero mas joven- , y tratar de que su presencia , de
alegría y vida a nuestras casas , desterrando la idea de que estas son para ellos ,
simplemente una antesala de la muerte
Del texto del hermano Vargas Espinosa , percibo una queja velada en cuanto a no darles a los hermanos mayores , la voz y el voto que se merecen , matizando el detalle – a tono personal- de que “su edad” mas que ofrecer una posibilidad de error al tomar decisiones , daría una marcara posibilidad de “acierto”, si tomamos en cuanta su experiencia.
Por otro lado y en el mismo tenor , veo que del texto se desprende una gran preocupación por darles a los hermanos mayores “su lugar” , y mas que su lugar , yo enfatizaría “el lugar” , que huelga decirlo se han ganado a pulso en la jerarquía Lasallistas a través de tantos años de trabajo.
Estoy totalmente cierto, de que lo que siento y pienso , no es privativo de mi corazón y de mi persona , sino que soy la voz de muchos ex alumnos Lasallistas que quizá no encuentran dentro de si , ni las palabras , ni los trazos adecuados para plasmar en un papel…un sentimiento
Durante los años subsecuentes a mi egreso del Instituto Francés de la Laguna en la ciudad de Gómez Palacio Durango México, mi buen amigo Guillermo Towns (q.e.p.d) y yo , periódicamente visitábamos la casa de los hermanos Lasallistas de nuestro viejo colegio , buscando platicar con el hermano Pedro Camino, gran amigo nuestro que hoy ya se nos ha adelantado.
Y el motivo no era otro que saber como estaban los hermanos , como estaban nuestros “viejos maestros” , – que para entonces ya no daban clases - , y poder enterarnos de primera mano que había pasado con aquellos hermanos que por su edad , ya se habían marchado de nuestro colegio a un lugar del que solo recuerdo le llamaban… “la granja” .
Hoy a 35 años de haber egresado del “Francés” puedo decirle lo mucho que me duele el no haber podido tener una larga charla con el hermano Don Andrés Careaga López , para haberle preguntado acerca de todos aquellos años en donde , a nuestro criterio de escolapios, era Don Andrés la “mano dura” de la primaria , aquella mano férrea que hoy como padres de familia responsables, vemos que era imprescindible que nos sujetara con fuerza, para poder enseñarnos el camino del bien y librarnos de tantos caminos que no conducían a nada
Hoy daría lo que fuera por 2 horas de charla con el hermano José Elcoro , aquel hermano que paseaba y paseaba por los salones y canchas del Francés saludando y aconsejando a quien se le acercaba , siempre con aquella inolvidable sonrisa que trasmitía paz , mientras tanto , pareciera que su vida transcurría en darle vueltas y vueltas a aquel “misterio” –del rosario- en forma de anillo que rodeaba su dedo índice. De voz del Sr Elcoro me enteré por vez primera - luego de un cuestionario que me puso para ayudarme a saber lo que yo sería “de grande” - , que la pasión de mi vida seria el trabajar “en el campo” , y en todo aquello que tuviera que ver con estar “al aire libre” . Aun recuerdo la extrañeza que sentí cuando me lo dijo , y hoy compruebo 40 años después , la certeza de sus apreciaciones .
Y que decir si habláramos de economía ó matemáticas , cuanto valdría hoy para un profesional moderno , una charla con el hermano “Monsieur Paúl” , (Paúl Ayel Fayet) , cuyos bastos conocimientos hoy nos serian de gran ayuda , aunque solo fuera como un asesor virtual de nuestro negocio , de nuestro trabajo, ó de nuestras propias vidas
Por esto, y por muchas cosas mas que el espacio me evita mencionar , hoy caigo en cuenta de lo valiosas que serian para mi las apreciaciones de mis viejos maestros , para poder encontrar esa luz , que a veces no logramos encontrar quienes caminamos por este mundo tratando de ser mejores.
En fin , podría seguir mencionándole una a una , las virtudes de todos y cada uno de los valiosos soldados del Sr de La Salle, que algún día me dieron clases y que después jamás volví a ver , dado que su edad los convertía en candidatos a aquella tranquila “granja de retiro” en la que algún día supe, que el férreo Sr Careaga dedicó sus últimos días a cuidar y cultivar “el huerto de los hermanos” .
Si mi humilde opinión como Lasallista que soy pudiera ser tomada en cuenta , yo le pediría que luchara desde su trinchera , porque los hermanos mayores no fueran llevados a ninguna granja de retiro , por tranquila que esta fuera , y reconociendo de facto un egoísmo personal , me gustaría que vivieran su vejes bajo cuidados y mimos en cada uno de los colegios Lasallistas en los que pasaron la mayor parte de sus vidas, de modo tal que nosotros , sus alumnos agradecidos , pudiéramos de cuando en cuando visitarlos , y con ello ser receptores del ultimo hálito de su inteligencia , de la ultima muestra de su amor por Cristo , y del ultimo ejemplo que pudieran darnos acerca de lo que significaron para ellos las palabras… “servir a los demás ” .
Y aunque es un hecho que los colegios Lasallistas actuales están plagados de caras nuevas y jóvenes , aun no es tarde para buscar en ellos a nuestros antiguos maestros , aquellos viejos sabios que nos toleraron en la primaria , nos encausaron en la secundaria , y nos aconsejaron el como había que vivir la vida cuando dejáramos la preparatoria .
Si en mi estuviera la decisión , quitaría todo lugar a donde los hermanos fueran “solo a morir” , y abriría en cada colegio Lasallista del mundo , “el ala de la sabiduría” , y ahí , entre mimos y cuidados especiales , tendría a todos esos valiosos “hermanos mayores” , y no atendidos solo por hermanos Lasallistas – que mucha falta hacen en otros frentes de batalla – , sino por profesionales de la gerontologia , de modo tal que los habitantes de esta “ala de la sabiduría” actuaran como la solera de un buen vino , provocando que todo aquel que se mezcle con ellos , sea simple y sencillamente …..un mejor ser humano.
Atentamente
Fernando Llama Alatorre