9  de Enero de  2019

 

Rescatando del olvido, las valiosas vidas de personajes de ese

celebérrimo poblado que en la primavera de 1685 era conocido como:

 

 La Misión de:

 

“ SAN BUENA VENTURA DE LAS CUATRO CIÉNEGAS ”

 

 

 

 La historia de  DON MIGUEL GUEVARA CISNEROS

 

Por Fernando Llama

 

 

Miguel  fue un personaje muy especial, de esos que nacen en los pueblos pequeños, “uno cada 100 años”  . Tan lleno de anécdotas  e historias que contar, que de haber vivido en una gran ciudad , ya se hubiera hecho un libro acerca de su vida .

 

 

Quizás a priori le resulte exagerada mi afirmación , pero yo le aseguro que en los próximos años , todo mundo empezara a decir:

 

 

Yo conocí a Miguel Guevara....Yo recuerdo que Miguel decía ...ó...Cuentan que a Miguel Guevara le sucedió una vez.....

 

Venga Fer , sé que te resulta difícil el tema, por tu cercanía con Don Miguel , pero por algo habrás de empezar …así que hagámoslo como todo en la vida… “por el principio” y con datos fríos…de momento:

 

 

Don Miguel Guevara nació el 15 de Mayo de 1932 imagino que en el Cuatro Ciénegas en donde siempre vivió.

 

En 1952 y con 20 años cumplidos  comenzó a trabajar en unas minas de fluorita propiedad Jorge Martínez Damm  ubicadas entre Parras de la Fuente y Cuates de Australia, estos últimos en las inmediaciones de Cuatro Ciénegas.

 



Y fue 4 años más tarde, en 1956 cuando dicho coloquialmente “entró a la familia”  GARZA VILLARREAL de la que nunca salió,   cuando empezó a trabajar  para Don Antonio Garza de la Fuente en los aserraderos que Don Antonio explotaba en su rancho el “Cerro de la Madera”  , de donde sacaban los pilotes con los que apuntalaban los grandes socavones de las minas en la región carbonífera. Dos años más tarde en1958 se casa con Norma Cantú

 


Y fueron 9 años , los que trabajo codo a codo con Don Antonio Garza , hasta  1965 , año en que deja los aserraderos  y empieza a trabajar con Pablo Garza en la extracción de “guano fosilizado” (Fosforita) -excremento de murciélago-  en alguna de las muchas cuevas de la región Cieneguense..

 

 

8 años más tarde  en 1973  Miguel entra a la Ganaderia casi por accidente , cuando debido a la latente “amenaza” de la Reforma Agraria de quitar las tierras a los latifundistas para entregárselas a los ejidatarios,  su amigo Roberto Mario Cantú quién  había heredado de su padre "Don Ramón Cantú"  aquella  gran extensión de tierra - de la que hablamos cuando escribí acerca de DON RAMON y la CANDELILLA- le ofrece a su gran amigo  Miguel , venderle 2 lotes de 5 000 has cada uno, y le propone se los pague casi “como pudiera”

 

 

Roberto Mario Cantú – hijo de Don Ramón-  al verse presionado por los rumores de expropiaciones, subdivide sus terrenos en predios de 5000 y 10 mil hectáreas,

 

 

Y es ahí que Miguel se queda con el Rancho EL FUSTE  y LA RINCONADA, y a según me lo conto Don Miguel  años más tarde en nuestras platicas de café, los predios se los fue pagando a “Beto” a razón de 500 pesos mensuales  – de aquellos años- 

 

 

De los 2 lotes, Miguel se quedó con el FUSTE , y pasó a su hermano Roberto Guevara Cisneros las 5000 hectáreas de “La Rinconada”.  Al tiempo muere su hermano Roberto ,  y Miguel  da a su viuda lo que ya había “abonado” su marido por el rancho , y termina el de pagar el resto de los 2 lotes , poniendo luego la Rinconada a nombre de su esposa Norma Cantú.

 


Aún recuerdo cuando lo conocí,  allá por 1979  luego de que Paty mi esposa y yo regresamos de estudiar en España y visitábamos seguido Cuatro Ciénegas  . Un día le pedí permiso para ir a cazar un Bura a su rancho El Fuste  y aquel hombretón robusto, de piel tostada y  cara ancha , no solo me dijo que SI , sino que  fue a con el “chivero del pueblo” y me compró un “cabrito gordo”  para que me lo comiera en su rancho . Luego de aquel gesto afectivo y desinteresado, clásico en los pueblos pequeños  y “extinto” en las grandes ciudades  , supe que a partir de ese día,  Miguel y yo seríamos... “grandes amigos”,  y eso que yo era  21 años más joven que él.

 

 

Solo pasaron un par de años y en 1984 compre mi rancho EL ESPEJO sobre la Sierra de la Madera y entré  a engrosar el gremio de los Ganaderos del Pueblo, aunque para ellos - por mi edad-  fuera  como su “mascota” , pues el que menos, …. me llevaba de 15 a 20 años .

 

 

Cuando me tocaba visitar el rancho y hacia escala en la casa de mi suegra en Cuatro Ciénegas para saludar , apenas veían mi camioneta parada afuera  , y Miguel y “los muchachos” pasaban por mí , esos chicos cuyas edades no bajaban de los 50 años – y yo de 29- , pero que quieren...todos éramos “Ganaderos” y  nos unía la misma… “pasión por el monte”.  

 

 

A partir de entonces , mi paso por Ciénegas tenía doble motivo , visitar a mi suegra y pasar a tomarme un café con Miguel para escuchar sus “relatos” . Como aquel que le sucedió cuando al arreglar el marco de una vieja puerta de su rancho EL FUSTE – que había pertenecido antes a Don Venustiano Carranza-  se encontró con una carta “histórica”  oculta tras el marco de la puerta y enterrada en el yeso ,  carta que había sido llevada hasta El Fuste “por un propio” ( asi se decía ) desde los Estados Unidos , y enviada por Don Francisco I. Madero  para  Don Venustiano Carranza.  Madero había huido a Estados Unidos tras escapar de una cárcel de San Luis Potosí a donde había sido confinado por oponerse a Porfirio Díaz . En la carta Madero le decía a “Don Venus”:

 

La fecha del levantamiento será el 20 de noviembre como ya habíamos quedado . Usted se va a levantar con la gente de allá de los ranchos, y pasando por Cuatro Ciénegas va y  toma Monclova. Tenga mucho cuidado porque  Monclova está bien defendida.  Después nos veremos en ciudad Porfirio Días ( hoy Piedras Negras ). Cuide que esta carta no vaya a caer en poder del enemigo y “destrúyala inmediatamente”  porque nos comprometería, le deseo mucha suerte...Francisco I. Madero.

 

 

Extrañamente Don Venustiano no rompió la carta como se lo había indicado Madero, sino que la “entabicó”  tras del marco de la puerta y la “cubrió de yeso” , y ahí estuvo oculta hasta que el marco fue reparado por Miguel.. muchos años después.

 

 

Sería imposible hablar de Miguel,  sin mencionar primero su gran generosidad ,  como aquella vez en que durante una temporada de sequía  lo vi angustiado porque su planta de luz se le había descompuesto y sus vacas no tenían agua , y cuando le dije :

 

 

 Pues que no tenías una planta nuevecita de refacción? , me respondió: ¡¡Si!!..pero se la presté al vecino hace 6 meses. Y luego ? - le dije- Porque no se la pides ?....¡¡No puedo – me dijo- ...pues estamos en tiempo de sequía y  luego …con que va a sacar el agua para sus vacas ? glug...

 

Finalmente Miguel tuvo que pedir prestada otra planta a un amigo  mientras conseguía dinero prestado para que le repararan  su vieja planta. Ese tipo de  mentalidad  y  generosidad pueblerina ( dicho en el más puro sentido de la palabra) , eran “el modus vivendi”  para Don Miguel Guevara .

 

 

Una anécdota  rápida y a vuelo de pájaro: Como cree  Ud que en un pueblo “aislado” de carreteras (1950) , agricultores  “no muy pudientes” podían  mantener sus ranchos agrícolas sin dinero suficiente  para tener todos los “implementos agrícolas”  necesarios ?... Pues cada quien tenía una cosa ,  y asi , uno tenía tractor , otro rastra , otro arado , otro sembradora , etc, etc,  y como diría mi madre: Y todos se los prestaban…como buenos hermanos. Era la única forma de sobrevivir…pensé yo cuando me enteré.

 

 

Cívico hasta los huesos ,  estuvo presente en primera fila año con año  para votar por el líder de su partido favorito -el PRI- a quien representó cuando fue Presidente Municipal de su Cuatro Ciénegas querido  de 1973 a 1975 , y ello lo menciono, con una connotación especial  ya que en sus últimos años Miguel asistía  en una silla de ruedas por haber perdido una pierna, hecho que jamás fue obstáculo para que perdiera su ánimo jocoso y positivo, y siguiera  paseándose por las calles del pueblo en su “silla eléctrica” - con una vara de plástico de 2 metros y una bandera blanca en la punta  para que lo vieran los coches -, asistiendo cotidianamente  a todos los actos públicos, familiares y  políticos, como el ciudadano ejemplar que era . 

 

 

Miguel poseía una memoria envidiable y una forma de contar las historias tan peculiar,  que entre sus gestos y sus bromas ,  podía contarnos 100 veces la misma historia , que cada vez nos sonaba diferente . Y fue así cuando un día le dije : 

 

 

Mira Miguel , el día que tu mueras , contigo se irá una parte de la historia no solo de Cuatro Ciénegas  sino de todo el estado de Coahuila , pues te sabes  de primera mano,  anécdotas “que ni la historia las menciona ”  por habértelas contado los hijos y nietos de los mismos hombres que la vivieron. 

 

 

Como aquella que te contó tu abuelo de cómo se fue poblando  Coahuila y  Chihuahua  a partir de aquellas  caravanas “de su propiedad” con enormes carretas tiradas con mulas – cuando  aún no existían caminos -  y que transportaban desde el puerto de Veracruz  y hasta el norte de México a  familias de inmigrantes – hoy famosas- que recién llegaban a México en busca de una tierra donde echar raíces.  Y así tu abuelo Miguel llevó en sus Carromatos a los "Ferriño" a Cuatro Ciénegas ,  a los "Vizconde"  a Durango  y a  los "Ferrara" y a los “Vallina”  a  Chihuahua , luego de un  trayecto de cuando menos  6  meses  sorteando ríos y cañadas.

 

 

O aquel detalle histórico no plasmado en los libros que te contó la nieta de Don Venusiano Carranza  cuando siendo su abuelo Presidente de la Republica le secuestraron a un hermano de “Don Venus”  para exigirle que hiciera algo “ilegal” , y al punto la madre de Venusiano les mando una misiva a los secuestradores diciéndoles :

 

 

No voy a pedirles clemencia por la vida de mi hijo, pues Uds. no merecen que se las pida,  solo quiero decirles que mi hijo Venusiano no hará nada incorrecto , y  yo como  su madre  tan solo les pido que  me digan el lugar donde dejarán el cadáver de mi hijo  para darle cristiana sepultura. (No supe si lo mataron)

Historias de ese calibre solo podían ser escuchadas en el pueblo de Cuatro Ciénegas , en una tarde calurosa de Agosto ,  tras una taza de café negro muy caliente  – que no sé porque decían que eso los “refrescaba-  , y  obviamente , en la casa de ...”Don Miguel Guevara” . 

 

 

Cada vez que yo escuchaba sus historias , siempre le decía lo mismo....¡¡Escribe Miguel!!...¡¡Escribe todo!!..porque cuando mueras, contigo se irán las historias y las anécdotas inéditas ....Pero lo de Miguel era platicar ... no escribir .

Y fue así que un buen día pensando en aquello de Mahoma y la montaña ,  decidí poner  mi grano de arena en el “asunto”  , y de ser  el último de sus amigos me convertí en el primero de sus “escribanos” , y comprando una grabadora portátil , a partir  de ese día empecé a grabar – y durante casi 5 años seguidos – todas mis conversaciones con Miguel,  mismas que plasmaba luego en mi columna “Punto de Vista”  que durante 10 escribí para  El Siglo de Torreón bajo títulos  tan sugestivos como :

 

 

Platicas de campo con Don Miguel Guevara....Como fue que se  fue poblando Coahuila a principios de siglo... Solo sucede en los pueblos ..Historias del campo falsas ó ciertas...El  elegante “traje de Votar” , que entonces solo se usaba en el día de las elecciones políticas... y así muchos artículos más que en un dialogo ameno y coloquial nos hablaban   de la vida  y las costumbres de las personas y de los pueblos del siglo pasado .

 

 

Un día , en uno de nuestros muchos cafés históricos , le dije:  El día que mueras te prometo que transcribiré en un folder todo lo que me haz contado – que era muchísimo-  y se lo daré a uno de tus hijos , para que te recuerden tus nietos y bisnietos. Curioso , nunca pensé en que yo pudiera morir antes

 

27 de Febrero de 2002

 

La noticia me tomo por sorpresa,   el miércoles  próximo pasado , estando en la puerta de mi casa a punto de irme al consultorio , sonó el teléfono;  la llamada era de Cuatro Ciénegas , y las palabras fueron escuetas como duras:

 

 

Fernando, nomás le hablaba para decirle que......y en ese preciso momento mi corazón sufrió una fuerte sacudida , por algún fenómeno oculto que algún día descubrirán y que viaja mas rápido aun que la voz y el pensamiento , el caso es que antes de que me dijeran más , mi corazón oprimido escucho el final...su amigo  Don Miguel Guevara....acaba de morir.

 

Y sin poder contenerlo – y no tenía porque contenerme- , ...llore durante un buen rato,  de pronto una sonrisa iluminó mi cara  , al suponer que para ese entonces , Dios  ya tendría a Miguel a su lado , escuchando  atentamente ...todas sus historias 

 

 

Atrás quedaron  los proyectos, y los sueños,  para dar paso a los recuerdos y a la nostalgia. Los agradables recuerdos de uno de mis mejores amigos ,  a quien tuve el honor de servirle  de escribano . Recuerdo cuando Miguel  me decía: Luego de que me muera... “los publicas”..para nadie olvide lo que aquí pasó.

 

 

Aquel día,  mientras recorría los 254 Km que me separaban de Cuatro Ciénegas para asistir al velorio de mi amigo , me lamía las heridas del alma recordando las  largas y amenas pláticas que tuve durante años con Miguel, donde en una parpadeada se nos pasaban 5 horas platicando .

 

 

Al llegar a la funeraria – pequeña como en todo pueblo- aquella estaba repleta de gente, así que cerraron las 2 calles laterales  y llenaron la calle  de sillas para que nos sentáramos todos los amigos . Y como es costumbre en los pueblos, las señoras del pueblo empezaron a llevar comida y mas comida  en cajas y hieleras, y las ponían afuera en la banqueta junto a la funeraria para que todos comiéramos, pues ahí pasaríamos la noche, para despedir a Miguel hasta el día siguiente.  Durante la noche llego gente de todas las ideologías ,y de todas las religiones ...claro... Miguel era el clásico....¡¡ AMIGO DE TODOS !! .

 

 

Y durante la noche por ahí pasaron desde los ganaderos más ricos hasta los más sencillos vaqueros y caporales de los ranchos ,  desde el recalcitrante PANISTA  –como en veces me decía- , hasta el mismo gobernador Priista del Estado, su amigo Enrique Martínez y Martínez  , todos unidos esa noche por la misma pena , todos dándole el último adiós... “al buen Miguel Guevara”

 

 

Corolario:  Hacía como 7 años que la vista de Miguel empezó a fallarle , y hacía  3 que le amputaron una de sus piernas , todo debido a sus problemas con el azúcar .

 

 

El día de la amputación  todos esperábamos que por primera vez en su vida Miguel “se deprimiría”  , al saber que dado su gran peso corporal  pasaría el resto de su vida  confinado a una silla de ruedas . Pero Miguel era un tipo positivo y su  respuesta fue : No te preocupes Fernando ,  que no pierdo la esperanza...”Algún día tendremos alas “  -haciendo alusión al nombre de una telenovela-

 

 

Y ciertas fueron sus palabras , cuando el  miércoles 27 de Febrero a las 9 de la mañana, Miguel dejó  para siempre su vieja silla de ruedas ....y APRENDIO A VOLAR.

 


Amigo mío.... Siempre te recordare con afecto.

 

 

PD: Y mi promesa la cumplí: Meses más tarde y luego de mil ajustes y correcciones entregue a sus hijos una copia de todas las historias que me había contado Miguel a lo largo de su vida . Luego supe, que se hicieron más copias del escrito y se repartieron entre la familia.