4 de Abril 2004
Invierno y primavera marcan sus
“reglas”…en los ranchos de CoahuilaPor : Fernando Llama Alatorre
Torreón Coah. Mexico
pag web: www.internetual.com.mx/llama
De pronto se llegó diciembre, y con el finaliza el noviazgo que habíamos tenido la naturaleza y yo durante los aciagos meses de lluvias y de abundante pasto. Una helada primeriza fue quien nos saco del éxtasis que teníamos , embriagados de verde , de sol y de lluvia. Tras la primera helada del año el hechizo pareció romperse, junto con el verde de los campos, las flores de los arbustos y los días en que el ganado se la pasaba comiendo nutritivo pasto , todas esas cosas que de antemano sabemos …concluyen su ciclo con la llegada del invierno.
En adelante , las preocupaciones vendrán , los fríos del invierno empezaran poco a poco a hacerse sentir. El verde pasto se tornara pajizo, y los nutrientes que durante meses mantuvieron gordas a vacas y becerros deberán ser remplazados por comida fresca – que habrá que traer de donde este - para evitar que las vacas se enflaquen y luego no puedan aparearse al llegar la primavera.
Si acaso lo único que nos alegra de la llegada del invierno es que matara a todas esas molestas palomitas blancas que se nos meten en boca y nariz en cuanto nos ponemos a hablar, mismas que solo nos dejaran descansar durante los meses invernales. Quisiera pensar que se mueren – de hecho lo hacen- pero mas pareciera que se esconden entre la hierba y las anfractuosidades de los troncos caídos , en donde hibernan en silencio hasta que los días se hacen cada vez mas largos y cada vez mas calidos, y ello dispara decenas de relojes biológicos cuyo resultado final es una explosión de vida silvestre que renace por todos los rincones del rancho anunciando la llegada de la primavera.
Para los venados, la época invernal es importante , el solo sentir sobre su piel que la temperatura empieza a bajar , hace que sus hormonas en grado inverso empiecen a subir . Hormonas que metafóricamente son como una corneta de la madre naturaleza que los llama a bajar de sus refugios veraniegos en las cimas de las sierras, para aparearse durante los meses de invierno –hecho que se conoce como “correr”- con las hembras que deambularon todo el año en la parte baja de la sierra por entre los cañones del rancho amamantando a sus cervatillos y cuidándolos del mayor depredador de la sierra… !!el oso negro¡¡ , quien aprovechará el menor descuido de las madres para engullir de un par de bocados a los pequeños venados.
Y si acaso - en su correría nocturna - el oso descubriera dormida a alguna venada , con ella cargaría fácilmente en el hocico hasta el filo de la sierra. Ahora que si el predador es una Osa – hembra- , su caza le servirá para alimentar a sus oseznos antes de que el frío arrecie y deban meterse en cualesquier cueva de la sierra para hibernar durante los meses de frío , manteniéndose solo de las reservas de grasa que hayan almacenado durante los meses de verano , grasa que fue adquirida – para mi perjuicio- luego de comerse a algunos becerros del rancho .
Y quien piense que es difícil creer que un Oso cargue en el hocico a un venado de 80 kilos , debo decirle que yo he visto como un Oso se lleva en el hocico a un becerro de 180 kilos y lo lleva arrastrando 1500 metros cuesta arriba hasta el filo de la sierra , en donde podrá comérselo tranquilamente lejos de la vista del molesto vaquero cuyo trabajo es proteger a sus vacas a sol y a sombra.
A fin de lidiar con el invierno pasado , no pocas toneladas de comida extra hubieron de llevarse al rancho, que aunadas a unas lluvias pasajeras que hicieron crecer algo de “pasto de invierno” en los cañones, permitió que animales domésticos y salvajes …..”pasaran el invierno”.
Si acaso – y como daño- un becerrito que nació muy delgado y cuya madre no tenia la suficiente leche para criarlo , termino en las fauces de algún coyote hambriento. Con lo cual – y a mi pesar- la sabia naturaleza permite , que la madre coyote saque adelante su camada de cachorros , mientras que la vaca ya sin el becerro, se desgastara menos , comerá mas fácilmente , caminara mas terreno y podrá reponerse a tiempo de estar lista el próximo año para un nuevo ciclo de cría.
¡¡Pero Abril ya se ha llegado!!.... y con el la primavera empieza a ser nuevamente la reina del rancho. Las esporádicas y ralas lluvias que cayeron en el invierno comienzan a ser cada vez mas frecuentes y copiosas . El escaso y pajizo pasto que aun quedó como vestigio del crudo invierno, empieza a “entreverarse” de verde desde sus mismas raíces , lo que hace que en pocos días el campo adquiera un característico color “verde y oro” , producto de la mezcla de los secos pastos inviérnales y los nacientes brotes verdes de la primavera.
Al punto de anochecer un zumbido en el aire me hace recordar que había también algunos animales que si bien no hibernaron totalmente, si que disminuyeron su presencia nocturna en las noches del rancho. Y vaya que deben de estar hambrientos , pues al punto de meterse el sol , bandadas de murciélagos pueblan los aires, buscando insectos diurnos que aun sobrevuelan por sobre el pasto tierno . Los murciélagos son sin lugar a dudas animales benéficos que hay que cuidar , y dejando de lado mi molestia, por la suciedad que dejan –guano- luego de que decenas de ellos pasan la noche colgados bajo el cobijo del porche de mi casa del rancho -a intervalos cazando y en otros durmiendo- , creo que sería honesto reconocer que gracias a ellos se controlan muchas de las plagas en los ranchos.
La aparición de los primeros brotes primaverales de pasto, son sin duda alguna un alivio para el ganadero que paso el invierno preocupado por sus vacas . Pero la llegada de la primavera no significa que todo será miel sobre hojuelas , pues es el momento en que el adormilado y temido Oso negro despierta hambriento de su letargo invernal dispuesto a manejarse y actuar en su entorno a según de sus propias y milenarias reglas , que no siempre van acordes y en la misma dirección que las reglas del ranchero, quien hoy se cree dueño de esos terrenos que han sido durante milenios , terrenos de pastoreo y cría de los hermosos osos negros .
Las osas paridas , saben por instinto que la supervivencia de sus oseznos -que parieron durante el invierno- depende en gran medida de que tengan la leche suficiente para amamantarlos , y eso solo se consigue si se come abundante carne fresca . Y es por ello que al entrar la primavera las Osas comienzan a patrullar sus enormes dominios ; terrenos que el hombre se ha empecinado en dividir con cercas denotando con ellas ….diferentes dueños .
Para el Oso negro todos los ranchos en conjunto…“son su casa” , y todo lo que ronde por su casa , “es su alimento” , y es por ello que el vaquero deberá de estar muy pendiente de que los osos se conformen con las frutas del campo, las tunas de los nopales y las bellotas del encino, y que no extiendan su dieta “omnívora” a mis preciados becerritos, que con tantas dificultades lograron pasar el invierno mamandole a una madre que no conseguía el suficiente pasto verde para producir la leche que el becerro requería.
La primavera nos libra de la desolación del invierno , que desde noviembre nos invade con una sensación de soledad que solo es posible percibirla si se es ranchero y se visita seguido la profundidad de la sierra . Soledad que se evapora como por encanto al llegar la primavera , y con ella los visitantes y los amigos , a quienes se les disculpa que al ver el verdor del campo en Abril , el bullicio de los animales y los colores de las flores , crean que en el rancho la vida se genera con derroche …todo el tiempo . Su constante permanencia entre el asfalto de la ciudad los hace ignorar que durante el invierno ….todo muere y todo se seca , para renacer nuevamente ….al llegar la primavera
Apenas sentir el vaquero los primeros calores de la primavera sus ojos voltean inquietos al cielo , buscando a esos seres que lo auxilian en su trabajo diario, mientras las condiciones del tiempo les sean favorables , pues apenas sentirse las primeras heladas invernales , estos fieles trabajadores se alejan volando , buscando mejores tierras , mejores pastos y mejores climas. Así pues , el vaquero Raúl , se levanta todas las mañanas atisbando en el horizonte a ver si sus amigos ya regresan de sus vacaciones invernales. De pronto algo se mueve en el horizonte , un punto negro parece flotar por sobre el filo de la sierra, luego son 2 y luego 3 , y en pocos días, los “vaqueritos sin sueldo” como les llama Raúl , y a quienes nosotros conocemos como “auras ó zopilotes” , empiezan a sobrevolar el rancho en busca de carroña que comer.
Y usted se preguntará : ¿Como pueden ayudar las “auras” a un vaquero? . Pues de muchas maneras , por ejemplo: Si Ud sabe que tiene un becerro enfermo y de pronto no lo encuentra , seria imposible localizarlo entre los arroyos , veredas y cañadas 5 ó 10,000 hectáreas , pero basta que las auras en su patrullar diario lo localicen echado en algún arrollo, para que empiecen a sobrevolarlo , y no bajaran hasta estar seguros de que el animal esta muerto. Con ello el vaquero puede darse cuenta “a tiempo” y auxiliar al becerro que pudiera estar perdido , atorado en una cerca , debilitado por la enfermedad ó simplemente …muerto.
Ahora que si Ud tiene una vaca que esta a punto de parir , y sabe que deberá estar cerca de ella a la hora del parto para ayudarla en caso de necesidad , basta que la vaca expulse los allá llamados “pares” - la placenta- , para que las auras revoloteen por sobre de ella durante horas esperando a que la vaca limpie a su becerrito y lo haga caminar unos pasos, para luego bajar estas y comerse los desechos del parto , mientras tanto el ojo avizor del vaquero le dirá que a varios Km. de distancia de donde el esta “campeando” , sus “vaqueritos sin sueldo” ya le están avisando de que la vaca que busca… acaba de parir.
La primavera trae consigo a las abejas, cuyo zumbar se suma al bullicio de otros insectos que despiertan de su letargo invernal y salen de entre los troncos secos y huecos de la tierra para posarse sobre las nacientes y pequeñísimas flores del campo , prestas a extraerles su miel . Flores cuyo tamaño en veces no rebasa los 5 milímetros y que sin embargo millares de ellas juntas en un arbusto, son suficiente atractivo para que decenas de abejas se posen sobre ellas y le extraigan la miel, que llevaran hasta sus colmenas ….mismas que deberán estar ocultas y de ser posible sujetas en las partes altas de las cuevas , pues las abejas saben bien que sus colmenas son el postre favorito…del Oso Negro.
La sed desmesurada de las abejas y de otros insectos que recién nacen , los hace caer en los bebederos de agua donde revolotean hasta ahogarse . Llegada la noche centenares de ellas flotan en los bebederos de las vacas .
Cuando el agua de lluvia aun no escurre lo suficiente como para acumularse en los tanques de tierra que la almacenan , los correcaminos deberán de jugársela a su equilibrio, y luego de pararse en el filo metálico de los bebederos deberán inclinarse lo mas posible para llegar hasta el espejo del agua , muchas de las veces una distracción repentina los hace trastabillar y caen al agua, donde luego de aletear por un tiempo terminan ahogándose ; para su buena suerte , el vaquero revisa a diario los bebederos y al descubrirlos los saca del agua con una garrocha de zotol
Cuando las lluvias ya son lo suficientemente abundantes para que el agua corra por los arroyos y llegue hasta los prezones , el problema de los “ahogados” se ha solucionado , y ahora si , desde los Osos hasta las cotuchas – codornices- , pueden verse al atardecer bebiendo a las orillas de los estanques.
Y al respecto, algo insólito pero real: En las temporadas de extrema sequía , en donde solo existe un estanque de agua en muchos kilómetros a la redonda , todos los animales bajan a beber al mismo lugar , y por extraño que le parezca..!! en el estanque y sus alrededores “nadie se ataca” ¡¡ , como si existiera una “ética de caza” que indicara que dadas las circunstancias criticas por las que todos pasan, nadie atacará a otro en las inmediaciones del abrevadero , y por insólito que le resulte , el cazador dejará beber a su presa y la dejará marcharse , horas mas tarde y ya metidos en el monte , esta ética de caza…deja de tener su extraño y mágico efecto.
Llegada la primavera , todos los animales retozan de felicidad : el gran oso negro , el venado , el coyote , el conejo , la codorniz , el zopilote y hasta llegar al ultimo de los insectos , todos sienten que el campo es su casa , y que en esa basta extensión de terreno no existen barreras que los limiten . Y la fila de postes de madera, unidos por “cercas de alambre” que ha puesto el hombre para delimitar algo a lo que el llama “su propiedad” , son para algunos animales , objetos ideales para “rascarse” , mientras que para otros son cómodos descansos para pararse en ellos , de paso hacia lugares mas lejanos ….de su territorio .
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