25 de  Enero  2004

Despidiendo el 2003

Por : Fernando Llama Alatorre

Torreón Coah. Mexico

pag web: www.internetual.com.mx/llama

 

Difícil me fue terminar con el 2003 , antes de que este terminara conmigo, lo cierto es que arreglos mas , arreglos menos ,  aun deje pendientes por pagar para este 2004 ,  sabedor de que con un poco de mentalidad positiva ….lograre salir adelante.

Tal y como lo había planeado , a partir del 26  de Dic me refugie en el rancho  acompañado solo por mi filosofo amigo – y vaquero-  Raúl , quien como buen psiquiatra luego de escuchar mis penas económicas – que a nadie nos faltaron en esos días – su sencillez de pensamientos me hizo caer en cuenta  de que el dinero tiene  en si mismo un valor predeterminado….pero solo eso…¡¡no mas!!...y muchas de las veces nosotros le damos mas valor del que tiene  , y nos damos cuenta de ello , cuando se nos clava una espinita en el dedo chiquito del pie, ó se nos mete una basurita en un ojo.

Y aunque la idea era quedarme en el rancho hasta el fin de año , bastaron 4 días intensos de actividad para que mi cuerpo y mi cerebro se pusieran de acuerdo. Mi cuerpo al punto dijo…¡¡no mas caminar y no mas cargar!!...y mi cerebro cayó en cuenta -quizá por vez primera- de que los años no pasan en balde y que hay que dosificar las fuerzas si queremos  hacer mas cosas  y durar mas tiempo…y les diré porque:

El primer día pletórico de energía lleve en varios viajes 3 toneladas de costales de pollinaza, hasta los comederos de los cañones. Luego desarmé el cerebro electrónico de la planta de luz del rancho que se había dañado , con tanta suerte de que al llegar a lo profundo del sistema,  me di cuenta de que el Sr. “Lister” –marca de la maquina- había puesto en su interior un delicado fusible por si algún vaquero loco se le ocurría  conectar al revés los polos de la batería . Así pues, con un fusible de radio hice funcionar la planta y con ella el agua del rancho. Luego reparamos los conectores de la otra planta Honda que da luz a la casa , las llaves de algunos bebederos que estaban tirando agua y otros pendientes menores. Por la noche, al punto de las 7 pm ya estaba  profundamente dormido.

El día siguiente sería de cacería,  y como Raúl no tiene reloj y el radio estaba descompuesto –lo arreglé hasta el 3er día- llegó a mi casa –que esta a 50 metros de la suya- en punto de las 4 de la mañana , prendió las luces y dijo…¡¡levántate que ya han de ser como las 6.30 am!!...omito las palabras altisonantes que le dije, el caso es que para antes de las 5 ya estábamos almorzados y saliendo –armados- con rumbo a la sierra

Apenas estaban saliendo las primeras luces  en el horizonte cuando  empezamos a caminar por el faldeo de la sierra buscando los evasivos venados. Y así caminamos y caminamos hasta las 4 de la tarde ,  y fue ahí que mi cuerpo dio la primera señal de protesta en cuando  considero exagerado caminar en un solo día 8 horas seguidas cuesta arriba y cuesta abajo  subiendo y bajando  arroyos , y mas si contamos con que el primer día no fue precisamente.. ¡¡de descanso!! . Por la noche tenia las piernas como si me hubiera peleado en calzones con un tigre de bengala,  y solo yo sabia que los mil y un rasguños me los habían hecho los “gatuños” – plantas con  filosas espinas-  que cubrían los arroyos y te evitaban el paso.  Llegando al rancho…bastó un taquito y…a la cama poco antes de dar las 8 pm.

El tercer día me levante “por aparatos” – como el piloto automático de los aviones- , esto es,  caminando hacia la jarra del café sin tener conciencia cierta de que era lo que estaba haciendo. Para ese momento  ya había perdido la noción del tiempo , y no sabia si era lunes ó jueves , si era 26 ó 29…y poco faltaba para que se me olvidara hasta el año en que vivía .

Dolorido y todo, para antes de las 7.30 am  ya habíamos empezado nuevamente con la acarreada de costales , pues el ganado  sería colocado ahí en cuanto yo me fuera y había que llevar cuando menos unas 7 toneladas antes de irme.

El día fue de trabajo duro y en los ratos de descanso le arregle a Raúl su radio quemado, y  le coloque un tiro nuevo al boiler de leña ,  mismo que puse en la forma mas “trocha” posible , ya que te venden los tramos de lamina separados,  y siendo de diámetros idénticos, no los haces embonar ni con mantequilla.

Dado mi dolorido estado  físico ,  para el cuarto día nos levantamos un poco mas tarde…¡¡a las 6  am!!...Este día había sido planeado con cuidado para buscar los venados ahora a caballo, presuponiendo  con ello que  la búsqueda sería mas cómoda  – vaya error el mío- ,  así que para las 7 de la mañana ya estábamos arriba de los caballos , con la salvedad de que, como mi caballo tenia una pezuña partida en dos, Raúl me presto uno de los suyos –el indio- que comparado con mi penco habitual – el martillo- , haga Ud de cuenta,  que el indio andaba “sin amortiguadores”…aunque de eso se enteraron mis nalgas hasta horas mas tarde .

Como el lugar a donde  pensábamos llegar  en nuestra búsqueda de  venados estaba  a unos 10 Km. ,  el  arreglo fue irnos “a trote” para avanzarle ,  y aunque de momento mis riñones se opusieron , mi deseo de cobrar un buen trofeo pudo mas… y acepté. Luego de 4 horas de cabalgar Raúl dijo…¡¡hasta aquí le llegamos , pues  son otras 4 horas de vuelta!! . La verdad  sea dicha , en ese momento aun no estaba yo  muy “maltratado” , quizá porque la adrenalina de estar buscando los venados entre los arbustos me mantenía medio distraída la mente  y medio anestesiado…. “aquello” .

Aaaah…pero bastó dar vuelta,  para que a Raúl le entrara la prisa de llegar al rancho y supervisar  personalmente el sacrificio de una vaca que para el efecto había encargado  le mataran y tuvieran lista para repartirla entre los vaqueros y familiares que se habían juntado ese día en el rancho.  El caso es que rebasadas las 7 horas de cabalgata , ahora si que no tenia un solo pedacito de carne sano que poner en contacto con la montura  ,  y por mas que inclinaba el cuerpo a derecha e izquierda , me dolía todo lo que estuviera por debajo del ombligo…y cuando digo todo…¡¡es todo!!...tanto así,  que presupuse  aquel día , que  el tiro de mi pantalón habría aumentado unas 3 pulgadas luego de tanto brinco .

Apenas bajarme del caballo me di cuenta de que había descubierto 4 músculos nuevos que ni los libros de anatomía describían , mismos que me dolían hasta el alma  a cada paso que daba  , y fue justo ahí que me dije:  aaay mi Fer…¡¡ ya no estas para estos trotes!!….4 horas a caballo son mas que suficientes ,  que caso tenía cabalgar 8 horas haciéndole al chico Marlboro…¡¡si ni fumas!! , y ya ni que decirte de la caminada de ante ayer ..¡¡chihuahua!!…  ya deberías de ir pensando en comprarte una cuatrimoto.

Como ya había arreglado todos los pendientes del rancho , revisado el ganado ,  transportado la pollinaza  , arreglado la planta de luz , y haberme dado el gusto de 2 días de flemática cacería, deduje en el acto que no estaría del todo mal si me iba a Cuatrociénegas a pasar el  fin de año con mi esposa,  en donde –a parte de gozar su compañía-  comería comida decente, dormiría calientito y descansaría 2 días seguidos con la firme idea de sobrevivir el agónico 2003 he iniciar el 2004 en las mejores condiciones físicas posibles ….y así lo hice.

Descanse  en Ciénegas el 30 , y aunque el 31 tuve que volver al rancho a dejar una comida  para el ganado , me regresé el mismo día al pueblo . Descanse el día 1º - como lo mandan los cánones-  , y el día 2 me amaneció  en carretera,  y esa misma mañana ya estaba  trabajando en mi consultorio  .

Con el cuerpo dolido , pero la mente descansada y en blanco , inicié este 2004  con muchos ánimos , esperando que sea… ¡¡el mejor de mis últimos años!!. Bueno, por animo no va a quedar , ahora  solo falta que en este 2004 mis amigos y lectores  me traigan a sus hijos para enderezarles los dientes y dejarselos bellos…si no… “esto se va a poner feo” .

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