10 de Abril 2020
Otra de mis historias…
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DE CACERÍA BUSCANDO UN OSO….
…Y JUAN SE NOS ACCIDENTA
Apenas hace unos días , el 9 de Abril del 2020 para ser exactos , le dije a Fer que había hablado el día previo a la Cd de México con mi viejo amigo Juan Salas, y al punto me contesta Fer : “Salas” es aquel doctor amigo tuyo que se accidentó contigo en una cacería ? …Dios mío.. ¡! …ya se me había olvidado ¡!... , así que trataré hoy de recordarlo.
Fue en los días previos al mes de Diciembre de 1992 , segun esta marcadala foto que lo recuerda ….Cuando mi amigo Juan Salas connotado Otorrino de la Cd de México, me llama para decirme que quiere venir de cacería a mi Rancho El Espejo, en Cuatro Ciénegas , y así como somos los hombres de “complicados” para ponernos de acuerdo ……en 3 patadas ya habíamos fijando fecha y forma.
Juan venia usualmente con otro amigo común, que si mal no recuerdo se llamaba Carlos López de Yergo , y quien aparte de sus negocios , pilotaba una avioneta grande, que en veces - me decía- , la usaba para ir de su casa en el otrora D.F , hasta un negocio que tenía fuera de la ciudad , así que cuando era cuestión de cacería , Juan y Carlos se venían en la avioneta hasta Cuatro Ciénegas.
En algunas ocasiones , la filantropía de Juan, lo hacia pararse en Torreón para operar en la clínica del Club de Leones a algunos pacientes indigentes que previamente su amigo Cieneguense - de la prepa- el Dr Arturo Cantú, ya se los tenía “enfilados” para que los operara antes de irse al rancho. En otras veces , la fila de pacientes lo estaban esperando allá en el pueblo para consultarlo.
En aquella ocasión y ya inmersos en la temporada de caza- , Juan y Carlos volaron México-Torreón y luego de las operaciones de rigor , se fueron –literal- a agarrar “la jarra” a Cuatro Ciénegas – perdón pero los 3 : Juan , Carlos y Arturo - yo era entonces mas light- eran buenos para esos menesteres etílicos- , y es que no puedo decirle “carne asada” a 2 kilos de carne y 3 botellas de vino , lo cierto es que los connotados Médicos , con todo y piloto , empezaban la “carne asada” a las 8 de la noche y cuenta la leyenda , que aún se oían sus cantos por ahí de las 5 de las mañana, casi al mismo tiempo que los gallos del pueblo , que invariablemente cantan entre 4.30 y 5 am , a según de la estación , y vaya que lo sé , si son mis despertadores cuando duermo en la casa del pueblo.…así que al día siguiente de la calurosa “bienvenida” , los 3 amigos cantantes y otros varios más que se les unieron – faltaba más- se dedicaban primero que nada a la hidratación y “recuperación corporal” , para poder luego aguantar la dura friega de irse de cacería una semana al monte. Vale la pena acotar al calce que yo debía tener unos 20 años menos que ellos - quiza menos - : 57 ellos y 37 yo
Como yo no estaría esa noche en la “fiesta” de Bienvenida por tener trabajo en Torreón - cosa que me dolía- , al día siguiente salí temprano de Torreón en mi camioneta y luego de recogerlos en Ciénegas , nos fuimos directo al Espejo, donde ya nos esperaba mi vaquero Raúl, muy amigo de Juan y de Carlos desde hacía muchos años cuando los acompañaba como su guía.
Al punto de llegar al rancho , decidimos iniciar la cacería en el rancho vecino de mis cuñados , donde previamente , me habían pedido ver si le podía “quitar de encima” un gran Oso Negro que les estaba matando al ganado y que no daban con el . Ya estando en el rancho , entramos a un cañón donde decían que lo habían visto , lo cierto es que los Osos en nuestros ranchos, “seguido matan ganado” , pues de él se alimentan , solo que , cuando los grandes Osos envejecen y ya no pueden cazar los escurridizos venados , bajan de la sierra y empiezan a matar los tiernos becerritos, y lo hacen : “un día si… y otro también” , y ahí no hay de otra sopa que ponerle remedio … ó te quedas sin ganado.
Para ubicarlos en el terreno , imaginen frente a ustedes un camino que serpentea a la cuesta arriba entre 2 montañas , de modo que si te sales del camino te vas al arroyo . Empezamos a subir despacio en la camioneta y luego de 45 minutos llegamos al final del camino y fondo del cañón, y nos encontramos con un pequeño espacio sin arbustos donde la camioneta podía dar vuelta para regresar a la cuesta abajo , pero fue justo ahí que decidimos hacer una fogata y una carnita asada para comer , y ya entrados en gastos , nos bebimos una botella de tequila entre los 3 , y no es que anduviéramos distraídos ó de jarra…que va… , lo que pasa es que estaba el sol aún “muy alto” y los venados echados , y había que esperar a que cayera la tarde para que empezaran a moverse.
Cuando ya estábamos muy “contentos” y el sol empezaba a bajar , era el momento exacto de empezar la cacería , asi que le dije a Juan: Hay 2 bajadas del cañón , una por el lado izquierdo del camino que se ve muy venadero , y la otra por el derecho, que dicen tiene un abrevadero en el fondo , donde probablemente te topes con el Oso que andamos buscando . Juan decidió hacerle la caza al Oso y yo bajé por el lado de los venados.
Lo acordado era que Carlos – que no era cazador- se quedaría unas 3 horas ahí arriba descansando y luego al punto de obscurecer bajaría con mi camioneta por el camino , y nos encontraríamos abajo , para así darnos tiempo a nosotros de meternos en los arroyos del cañón para ver que encontrábamos .
Luego de unas 2 horas de lenta caminata entre los arbustos , fui el primero en llegar a la base del cañón y separándome del camino unos 5 metros, me acosté en un arroyo y me quedé profundamente dormido, -arrullado por el tequila que nos habíamos bebido- . Por su parte Juan llegó un rato más tarde y al no verme , decidió sentarse a la orilla del camino a esperar la camioneta….y eso fue lo malo…. que ahí se quedó dormido .
3 horas más tarde y como lo habíamos acordado , Carlos empezó a bajar despacio con la camioneta. Seguro que Juan había pensado: Aquí me duermo y al llegar Carlos me verá desde lejos, y seguro que lo hubiera visto si Juan estuviera sentado y el día tuviera sol , pero Carlos con lentes gruesos , mucho pasto en el camino , y “oscureciendo” …pues aquello fue….” La tormenta perfecta “, y al llegar a donde estábamos nosotros le paso las llantas de la camioneta por encima al buen Juan que estaba acostado y dormido a la vera del camino .
Yo profundamente dormido por mi ración de tequila, me desperté asustado cuando oí el grito de Juan y lo asustado de Carlos. Al verlo rápidamente trate de subirlo a la camioneta pero era imposible por el dolor que Juan sentía, es más, no lo podías “ni tocar” , ya no digo “mover”. Así las cosas voltee instintivamente hacia abajo y calcule que estaríamos a 2 horas del casco de mi rancho, y de ahí a 2 horas y media más hasta Cuatro Ciénegas
Fue ahí que recordamos que traíamos en el botiquín de la camioneta , una jeringa de Nubaín (nalbufina) , un potente opiáceo analgésico que siempre cargo en mi botiquín de cacería por si pasara algún accidente. Como pude, le encontré un pedazo de nalga a Juan y ahí le deje caer el Nubain.
A los 30 segundos, y lo sé porque alguna vez me lo inyecte cada 4 hora mientras me bajaba una piedra del riñón…..pero es otra historia , Juan se relajó y empezó a cantar la de “México lindo y querido” , así que era el momento exacto para subirlo a la camioneta y darle a madres al rancho...
En aquel tiempo yo – radioaficionado al fin- tenía un muy buen repetidor de radio arriba de la sierra cuya señal llegaba hasta Cuatro Ciénegas, así que llamé a con quien contestara mi llamada.
No sé a ciencia cierta la cantidad de gentes que tuve que mover hasta poder hablar con nuestro amigo el Dr Cantú, - y amigo de todos los que lo conocieron- , y a quien le explique del problema. Al instante Arturo salió rumbo al Espejo , esperando llegar ahí antes de que nosotros llegáramos con Juan , pues aun estábamos muy lejos y Juan quería que fuéramos más despacio.
A la hora de subir a Juan a la camioneta , sucedió algo curioso , pues Juan , al fin médico y consciente del problema - aunque ya estaba medio sedado por el nubaín- , empezó a hacerse un auto examen físico , y recuerdo que me impresiono oír :
Bueno… parece que tengo fracturada una costilla, pero no tengo perforado el pulmón porque puedo respirar bien , quizá tengo fracturado también el omoplato, pero me duele la espalda …etc. etc.. Luego ….seguimos cantando.
Una hora y media más tarde, llegamos a la casa del Espejo y ya estaban ahí Arturo con unos enfermeros y creo que una camioneta grande para trasladarlo a Ciénegas . Arturo revisó a Juan y dijo que salvo las probables fracturas no había cosas más graves. . Luego de vendarlo para inmovilizar las fracturas , lo subieron a la camioneta y se fueron al pueblo
Esa noche me quedé yo a dormir en el rancho para terminar algunos pendientes y salí para el pueblo al día siguiente . Arturo llego con Juan y Carlos directo al avión que tenían en la pista del viejo aeropuerto de Ciénegas y al instante y ya de noche …despegaron con rumbo al DF.
Luego supe que tuvieron problemas para aterrizar en México porque ya era muy noche cuando llegaron y el aeropuerto estaba cerrado , pero de alguna forma lograron aterrizar y se fueron directo al hospital donde Juan trabajaba , y donde imagino que otros de sus amigos lo esperaban ya en el quirófano
Fuera de las lesiones de los huesos que debieron doler , lo que más lata les dio a los cirujanos fue la clavada de las piedras en la piel de la espalda que tuvieron que quitar “una por una” – como esquirlas de una granada de fragmentación- y que luego tardaron buen tiempo en cicatrizar
En el previo , y allá en el monte , habíamos acordado de que nadie diría lo que había pasado realmente en aquel cañón , para no entrar en conflicto con las esposas , ya saben: viejos borrachos por eso les pasan las cosas , necesitan niñera , ya deberían de quedarse en sus casas tomando chocolate caliente ..etc..etc… así que acordamos decir que Juan simplemente… se había caído por un arroyo.
Al año siguiente , Juan ya estaba recuperado y de vuelta campeando las sierras de Cuatro Ciénegas, y en la siguiente ocasión , se fue con su amigo Benito González, el famoso RINGO, a su rancho de Lagunetas donde estuvieron una semana cazando de día y ….bebiendo de noche…tal y como debía de hacerse , total que…..genio y figura…hasta la sepultura
Antier y luego de un par de años de no hacerlo, hable por teléfono con mi amigo Juan a México a ver como estaba, y salvo los achaques propios de quien rebaso el límite de los 80 ( la 4ª edad ) , sigue con buen ánimo.
En Ciénegas ….y con la salvedad de quien escribe , ya todos sus viejos amigos de cacería , borracheras y andanzas… se fueron yendo poco a poco…( Benito González , Arturo Cantú , Miguel Guevara , Antonio Garza , Mario Garza , y otros más…. Si acaso, solo queda el viejo vaquero Raúl , quien a punto de entrar también al límite de los 80 goza de excelente salud , por su activa vida de vaquero al aire libre , las buenas costumbres y la comida sana …frijoles papas y tortillas
ANÉCDOTA PERSONAL:
Cuando mi bebé Lorena tenia 10 años , había que operarla de las amígdalas y yo estaba aterrorizado de que le fuera a pasar algo en la operación, aunque reconocía era algo sencillo. Debo decir con dolor que una hermanita mía había muerto años atrás por un mal manejo médico, asi que no estaba el horno para bollos.
Asi pues, le hable a mi amigo Juan a México y le externé mi angustia. Imagino que Juan debió haber comprendido mi sentimiento , por lo que me dijo – y como olvidarlo – NO TE PREOCUPES FERNANDO , YO ME ENCARGO DE TODO…..solo llévala con un alumno mío que trabaja en Torreón para que me la revise , y yo me pongo de acuerdo con el.
Juan nunca lo supo , pero sus palabras me quitaron una losa de los hombros
Pudiera hablar de los pormenores por mucho tiempo pero esto es una anécdota:
Juan llegó un día Sábado a las 9 de la mañana a la Clínica del Club de Leones de Torreón a operar mi pequeña Lorena , mientras nuestro amigo Carlos López lo esperaba en el Aeropuerto cuasi con el motor del avión prendido. habían volado mas de 2 horas desde el DF, hasta Torreón
Solo tardo 45 minutos , me entregó a mi Lorena y me dijo: Me voy amigo, me espera Carlos en el Aeropuerto y tengo que operar en México a las 2 de la tarde.
Recuerdo que en un mar de sentimientos encontrados quise llevarlo al Aeropuerto pero me dijo : Tu cuida a tu hija el post-operatorio , que yo me voy en un taxi , y nos vemos pronto…y así como llegó…se fue…y con el , mi afecto y mi agradecimiento por siempre
Para los primeros de Diciembre de ese mismo año y en plena temporada de cacería , Juan y yo ya andábamos en el monte…tras los venados.