20 de Marzo 2005
Lejos del asfalto.......se vive mejor
Por : Fernando Llama Alatorre
Torreón Coah. Mexico
pag web: www.internetual.com.mx/llama
En las muy agradables veces en que tengo la oportunidad de dejar los conflictivos quehaceres de la ciudad para pasar unos días en mi rancho , cerca de la naturaleza , de Dios , y de lo que a muy particular “Punto de Vista” considero lo mas cercano a una existencia “ideal” , siento que mientras me voy alejando de la ciudad , se van alejando de mi esas nubes de tensión y nerviosismo que cubren diariamente no solo mi cerebro, sino el de todos los que convivimos en las grandes urbes de hierro. Tras de mi se van quedando el ruido de los claxon , el vibrar de los motores , y el bullicio de la ciudad .
Ese molesto y constante zumbido que solo notamos que existe, cuando al irnos alejando de la ciudad empezamos a sentir “la paz que nos da su ausencia” , mientras empezamos a escuchar los relajantes sonidos del silencio , acompañados por el lejano mugir de una vaca , el suave pillar de un ave ó el susurro de las ramas de los árboles al ser movidas por el viento .
Después de un par de horas de camino ,y cuando por fin dejamos la carretera asfaltada para tomar el viejo “camino Real” de terracería , es cuando empieza lo mágico . En ese momento pareciera que un aura mágica envolviera el ambiente , y al menos en forma aparente , las manecillas del reloj desaceleran su velocidad .
Al bajar al camino de tierra , las prisas y los aceleres de la ciudad parecen ya no importar tanto . En el campo lo que vale es hacer bien el trabajo , y poco importa si te lleva dos horas ó 5 días, allá nada corre demasiada prisa, y hay tiempo hasta para “ bien morir ” . En los ranchos – y aunque le suene de Perogrullo- , el día empieza con el día , y se termina con la noche , lo que no sucede en la ciudad .
Al punto de amanecer , el vaquero se despierta cuando ve que el lucero de la mañana – creo que en estas fechas es “Venus”- esta por ocultarse bajo la loma del rancho . Al instante Don Raúl levanta a todo ser viviente que este a su alrededor , y con un desparpajo solo amparado por nuestra gran amistad , se mete a mi casa y a punta de gritos me dice: !!ya levántate!!...que bien se ve que allá en Torreón duermes de mas ; y al punto ponemos la cafetera para tomarnos un par de tasas de café antes de almorzar.. por ahí de las 5 de la mañana
Para antes de las 6 am ya habremos almorzado “pesado” , pues nadie sabe si comerás a las 2 , a las 5 , ó de plano te habrás de esperar hasta la cena, dependiendo del trabajo que haya. Terminado el trabajo , regresas al casco del rancho, y es ahí donde la comida reviste una solemnidad diferente a la ciudad .
Quitado – si es posible- el polvo y bien lavadas las manos , hay que empezar el cotidiano ritual de amasar un kilo de harina, mientras asamos un buen puñado de chiles y tomates , pues aunque solo se trate de comer frijoles del jarro , hay que acompañarlos siempre con una buena dotación de tortillas de harina de esas que recién se han inflado en el “acero” , y un molcajete rebosante de salsa de chile, -sin olvidar exprimirle antes un limón – que le da mejor sabor , y la hace aguantar fresca hasta el día siguiente -sin refrigerar-
Lejos de las calles asfaltadas , el trabajo se vuelve mas físico que mental , y este simple cambio de actitud , “hace la magia” , pues mientras que un trabajo físico intenso robustece el cuerpo, un trabajo mental ligero nos hace estar mas relajados ; pareciera que la cantidad de neuronas que usamos en la ciudad para cuidar de que no te roben la casa , te lleven de encuentro , te atropelle un coche , y te alcance el tiempo para 3 cosas mas de las que tu capacidad lo permite , en el campo las utilizas para profundizar mas en la relación con tu hijo, la convivencia con los amigos , ó meditar lo que mejor conviene para el futuro de la familia.
Lejos del asfalto , las personas viven mas años , y eso tiene su razón de ser . Donde no hay la competencia y el consumismo constante de la ciudad , no existe la necesidad de tener la indispensable “ camioneta del año” que marque tu estatus social – aunque de hecho la debas en un 90%- , ni tener una moderna televisión ultra plana, total que la vieja pick up modelo 90 allá funciona de maravilla , y las noticias - si te queda tiempo y animo- las oímos de vez en cuando y a manera de sobremesa , en el viejo y destartalado radio de baterías del vaquero , pues llevarme al rancho “Estereo , Sky y Televisión” , seria para mi -no se para Ud- , como haberme llevado conmigo a aquel santo lugar de paz ..!! todo el bullicio de la ciudad!! …justo de lo vengo huyendo
Allá entre los matorrales , donde no existen las mega tiendas de ropa , regalos y buenos “creditos” , no hay forma de que te comprometas a comprar “mas allá del salario que tienes”, y por ello vives mas tranquilo, y duras mas años. En el campo a nadie le extraña que Dña Juanita aun vaya caminando a misa todas las mañanas a sus 90 años.
La vida en si misma es un Don que Dios nos dio para que lo gocemos “diariamente” , sin embargo tal parece que solo en las pocas veces que estamos de vacaciones , es cuando en realidad apreciamos ... ”El don de vivir” .
Solo un par de semanas al año , vivimos plenamente la vida , y nos pasamos la otras 50 soñando en que llegue nuevamente nuestra semana de vacaciones .Por ello deberíamos uno de estos días , “hoy mismo si fuera posible” , replantearnos , que es lo queremos hacer en los próximos 20 años, donde vivirlos , como vivirlos y hasta donde comprometer nuestra tranquilidad a costa de “apantallar” con un coche nuevo , una tele nueva, ó un estatus de vida que no es precisamente al que realmente pertenecemos.
La civilización y la modernidad tienen sus grandes ventajas , pero conllevan también sus grandes desastres . A cada quien nos toca decidir donde deseamos vivir , como deseamos hacerlo., y con quien deseamos compartir el resto de nuestras vida . A cada quien nos toca decidir si queremos vivir comiendo filete, entre prisas , deudas, angustias y tensiones , ó como vive el vaquero, comiendo un sencillo plato de frijoles con chile pero.......”en santa paz”…y por 90 años.