28 de Marzo 2004
Son todas esas…… pequeñas cosas
Por : Fernando Llama Alatorre
Torreón Coah. Mexico
pag web: www.internetual.com.mx/llama
Mas de uno sentimos en ocasiones, que vamos caminando por el mundo y se nos pasan los días esperando “algo” que a veces no sabemos a ciencia cierta que es , pero que lo seguimos esperando ilusionados sabedores de que al llegar “eso” …seremos felices. Y así se nos pasan los meses y hasta los años, sin que ese “algo” llegue . Mientras tanto centenares de agradables cosas que todos los días tenemos al alcance de los sentidos pasan frente a nuestros ojos sin apenas percibirlas, y todo por estar siempre inmersos en el bullicio y la tensión del trabajo diario .
Al respecto les platicare que había en Inglaterra un matrimonio de médicos neurólogos , cuyo hijo como era de esperarse estudio también Neurología , primero en la Universidad de Oxford y cuando sus padres emigraron a Estados Unidos continuo en la UCLA. Terminados sus estudios , el Dr. Oliver Sacks decide entrar a trabajar a un hospital para gente humilde ubicado justo en el “bronx” de Nueva York .
Impetuoso como era , apenas entrar le llamo la atención la gran cantidad de pacientes que llevaban ahí hasta 30 años sumidos en un estado de “catalepsia”, esto es que vivían como estatuas de sal sin mover un solo músculo , solo abrían los ojos en las mañanas y su vista quedaba fija en el infinito, y los cerraban por las noches para dormir .
El diagnostico de estos pacientes era daño cerebral severo, y la mayoría llevaban ahí entre 15 y 30 años . Los médicos aseguraban que ellos no estaban concientes de nada , y que el hecho de abrir y cerrar los ojos , era solo un reflejo.
El Dr. Sacks como sucede con los jóvenes cuando empezamos algún día a trabajar con pacientes , empezó con mucha enjundia a hacer investigaciones acerca del porque estaban tantos pacientes en ese estado catatónico , mismas investigaciones que fueron criticadas por los demás médicos, pues lo consideraban una perdida de tiempo y de dinero, dado que ya era un hecho conocido que esos pacientes solo esperaban la muerte.
A vuelta y vuelta de ver los expedientes el Dr Sacks descubrió un común denominador que ligaba a todos los pacientes entre si…¡¡ Todos habían tenido meningitis !!, sobre todo en la época de los años 30 (que no 30`s) cuando una epidemia de meningitis se había propagado por todo Estados Unidos matando decenas de pacientes y dejando a otros como estatuas .
Un buen día viendo la televisión el Dr Sacks vio que acababan de descubrir una nueva droga llamada “L-dopa” –luego conocido como “Dopamina ”- , y que empezarían a usarla para el tratamiento del mal de Parkinson Y fue ahí que al Dr Sacks se le ocurrió que sus estatuas de sal pudieran tener un daño cerebral similar a los pacientes con Parkinson, solo que en estado tan grave que en vez de solo “temblar sus manos” , el estimulo era tan repetitivo que los llevaba a “sobre-vibrar” hasta quedar totalmente paralizados.
Luego de mil trabas de sus amigos médicos que se mofaban de el , convenció al jefe del hospital para que le permitiera experimentar la droga con un solo paciente y escogió a Leonard Goodman quien llevaba 30 años dormido desde que enfermo de meningitis en 1939 .
El Dr Sacks administró el Dopamine a Leonard , luego de convencer a la madre de los riesgos que implicaba el experimento…y siendo la propia madre quien administraría el medicamento a su hijo frente a los doctores , para evitar con ello demandas futuras.
Luego de 2 días de tratamiento el paciente no mostraba mejoría alguna . Desesperado por el hecho, una noche en que el Dr Sacks estaba solo con el paciente decidió aumentar la dosis al grado máximo dándosela “el personalmente”, y quedándose después dormido a su lado haciéndole guardia. Por la mañana cuando el Dr Sacks se despertó , el paciente no estaba en su cama…estaba frente a la ventana viendo azorado los coches que pasaban y que el desconocía por llevar 30 años dormido -desde que tenia 15 años- .
A los pocos días el consejo directivo del hospital autorizo un aumento presupuestal para administrar la droga a 39 pacientes mas . Y fue en el amanecer del 3 de marzo de 1969 cuando el otrora silencioso pabellón neurológico del hospital Bainbridge de N. Y. se convirtió en una feria de ruidos y suspiros cuando 39 pacientes que había permanecido dormidos durante decenas de años , deambulaban por los pasillos del hospital , haciendo miles de preguntas y no dando cabida a todo lo que veían.
A partir de ese día los pacientes deseaban hacer mil cosas , pero de todas ellas las mas importantes eran cosas tan simples y sencillas como : Sentarse en una banca del parque por la tarde a ver como el sol se ocultaba en el horizonte mientras teñía las nubes de colores rojizos . Caminar por los parados viendo como las flores crecían y cubrían los arbustos de diferentes matices . Platicar y jugar con sus amigos hasta que el sueño los venciera . Caminar por la ciudad viendo los edificios , el correr de la gente , el bullicio de los niños….aaaah…. y algo para ellos sumamente importante…deseaban con todas sus fuerzas , caminar por una calle y al llegar a la esquina…!!ser ellos mismos!!...quienes decidieran hacia que lado darían vuelta ó si seguirían de frente …este simple hecho de “libertad” que todos tenemos y que jamás valoramos , era lo que mas deseaban …..caminar y caminar siguiendo el rumbo que les viniera en gana.
Y son todas esas pequeñas cosas – motivo de mi tema- de las que esta cubierto nuestro mundo y que en su mayoría son gratis , las que se nos olvida vivirlas, por estar tan inmersos en el trabajo , en la televisión y las carreras diarias por llevar el pan a la casa.
En días pasados saque a caminar a mi tía margarita que tiene 88 años y vive en la entrada de Torreón Jardín, y luego de 45 minutos, logramos recorrer las 2 cuadras que nos separaban de la fuente de agua que esta en “la central” . Apenas llegar , mi tía – que ya casi no ve- quedo emocionada al ver como salían los chorros de agua , y como se veían los arco iris multicolores cuando el sol los atravesaba . Como se marcaban las sombras de los árboles sobre el pavimento . Como se veían los arbustos llenos de flores de todos colores . Como le pegaba el viento fresco en la cara mezclado con la brisa húmeda de la fuente ….caramba…cuantas cosas percibían los detectores sensitivos de mi tía, mientras los míos estaban … totalmente atrofiados.
Fueron solo algunos días los que aquellos 39 pacientes pudieron disfrutar de..¡¡ todas esas pequeñas cosas!!...que para nosotros pasan desapercibidas….pues a los pocos días empezaron sus músculos a entumecerse , su voz empezó a ser entrecortada , sus movimientos empezaron a limitarse y al cabo de 30 días el pabellón neurológico del hospital Bainbridge volvía a tener 39 estatuas de sal con los ojos abiertos en el día y cerrados por las noches.
Nadie supo a ciencia cierta que fue lo que paso, ni como la droga pudo despertarlos por tan poco tiempo . Jamás se pudo volver a repetir el mágico efecto que se había logrado con la dopamina . Quizá hizo falta otra droga extra -aun desconocida- para mantener el efecto permanente . Quizá sus cerebros dañados solo podían reaccionar una sola vez a ese estimulo mágico…nadie lo sabe….ni lo ha sabido hasta ahora. Los pacientes quedaron ahí , y al paso de los años se fueron muriendo uno a uno .
PD: En esta semana santa volteemos los ojos al cielo, visitemos una iglesia – de la religión que Ud profese- y hagamos propósitos de ser mejores seres humanos , mejores hijos y mejores padres . Llenemos nuestros sentidos de sol , de tolvaneras y de atardeceres . Platiquemos con los hijos y los amigos hasta que el sueño nos gane. Caminemos descalzos bajo la lluvia . Corramos por el campo y subamos a algún cerro cercano para contemplar al mundo desde arriba. Y disfrutemos de todas esas cosas que nos regala la primavera con el mínimo esfuerzo…de abrir los ojos
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